*Toc, toc*
Pablo abrió la puerta y se quedó extrañado.
-Lo siento… no debería haber venido, soy tonta… buenas
noches, descansa.-Me giré pero Pablo me cogió la mano.
-No, no, no, tú no te vas, si tú has venido es porque
querías algo, así que ahora me lo vas a contar, venga pasa.- Pasé y el cerró la
puerta, me senté en la cama y poco después él.
-Y bien, ¿que querías?
-Es que me dio un impulso, quería volver a escuchar volver a
empezar cantada por ti, pero no debería haber venido, estas cansado, soy una
idiota.
-Te digo una cosa, tú puedes venir a mi habitación cuando
quieras, si quieres te canto todas las canciones, y no te vuelvas a llamar
idiota. ¿Entendido?-Me sonrió.- Y ahora te voy a cantar la canción las veces
que quieras.
Empezó a cantar, mis ojos se cristalizaron de nuevo, pero no
quería llorar otra vez. Al terminar la canción nos abrazamos, estuvimos un buen
rato así.
-Bueno, ahora ye me voy, que necesitas descansar, ¡hasta
mañana!- Le di un beso en la mejilla. Cuando me dispuse a abrir la puerta…
-¡María! Espera.- Me giré y estaba ahí de pie mirando, lo
notaba nervioso…
-Sí, dime, ¿qué quieres?
-Siéntate en la cama, por favor.- Me senté y él se sentó a
mi lado.
-María, estos dos días junto a ti han sido increíbles, doy
gracias a ese avión en el que nos subimos los dos. Por raro que parezca, te he
cogido mucho cariño estos días, y ahora lo que voy a hacer te va a parecer una
tontería, pero necesito hacerlo para comprobar una cosa, por favor, cierra los ojos.
Estaba muy nerviosa, cerré los ojos, cada vez notaba su
aliento más pegado a mi… ¿espera, no irá a…? Y de repente, nuestros labios
quedaron unidos en un beso corto, pero muy intenso.
-Lo siento… no debería haberlo hecho, no te habrá gustado,
soy un….- Lo besé de nuevo, cada vez con
más pasión, me tumbo en la cama suavemente.
-No sé si habrá sido un amor a primera vista, un flechazo lo que sea, pero de lo único que estoy segura es que ahora mismo lo único que
deseo eres solo tú.-Me dijo Pablo, y tras esto nos seguimos besando, y poco a poco nos tumbamos en la cama, él encima de mi.
-Es.t.as se.g.ura?-
Dijo entre beso y beso.
-Tan segura como que ahora te tengo entre mis brazos.
Me empezó a desnudar poco a poco, suavemente y me hizo
llegar a lo más alto. Era increíble, ahora mismo en el mundo solo existíamos
Pablo yo y nuestra pasión.
No no no, me encantoo! hermoso el capítulo. Definitivamente quiero que me pase lo mismo que a María con Pablete, sería un gusto conocerlo. Sigue así, besazoos.
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