martes, 31 de enero de 2012

3. Cierra los ojos.


*Toc, toc*
Pablo abrió la puerta y se quedó extrañado.
-Lo siento… no debería haber venido, soy tonta… buenas noches, descansa.-Me giré pero Pablo me cogió la mano.
-No, no, no, tú no te vas, si tú has venido es porque querías algo, así que ahora me lo vas a contar, venga pasa.- Pasé y el cerró la puerta, me senté en la cama y poco después él.
-Y bien, ¿que querías?
-Es que me dio un impulso, quería volver a escuchar volver a empezar cantada por ti, pero no debería haber venido, estas cansado, soy una idiota.
-Te digo una cosa, tú puedes venir a mi habitación cuando quieras, si quieres te canto todas las canciones, y no te vuelvas a llamar idiota. ¿Entendido?-Me sonrió.- Y ahora te voy a cantar la canción las veces que quieras.
Empezó a cantar, mis ojos se cristalizaron de nuevo, pero no quería llorar otra vez. Al terminar la canción nos abrazamos, estuvimos un buen rato así.
-Bueno, ahora ye me voy, que necesitas descansar, ¡hasta mañana!- Le di un beso en la mejilla. Cuando me dispuse a abrir la puerta…
-¡María! Espera.- Me giré y estaba ahí de pie mirando, lo notaba nervioso…
-Sí, dime, ¿qué quieres?
-Siéntate en la cama, por favor.- Me senté y él se sentó a mi lado.
-María, estos dos días junto a ti han sido increíbles, doy gracias a ese avión en el que nos subimos los dos. Por raro que parezca, te he cogido mucho cariño estos días, y ahora lo que voy a hacer te va a parecer una tontería, pero necesito hacerlo para comprobar una cosa, por favor, cierra los ojos.
Estaba muy nerviosa, cerré los ojos, cada vez notaba su aliento más pegado a mi… ¿espera, no irá a…? Y de repente, nuestros labios quedaron unidos en un beso corto, pero muy intenso.
-Lo siento… no debería haberlo hecho, no te habrá gustado, soy un….- Lo besé de nuevo,  cada vez con más pasión, me tumbo en la cama suavemente.
-No sé si habrá sido un amor a primera vista, un flechazo  lo que sea, pero de lo único que estoy segura es que ahora mismo lo único que deseo eres solo tú.-Me dijo Pablo, y tras esto nos seguimos besando, y poco a poco nos tumbamos en la cama, él encima de mi.
 -Es.t.as se.g.ura?- Dijo entre beso y beso.
-Tan segura como que ahora te tengo entre mis brazos.
Me empezó a desnudar poco a poco, suavemente y me hizo llegar a lo más alto. Era increíble, ahora mismo en el mundo solo existíamos Pablo yo y nuestra pasión.

1 comentario:

  1. No no no, me encantoo! hermoso el capítulo. Definitivamente quiero que me pase lo mismo que a María con Pablete, sería un gusto conocerlo. Sigue así, besazoos.

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