viernes, 7 de septiembre de 2012

44. Hasta el infinito. (Final)



Cogí una mochila y la llené con ropa para mañana, y seguidamente fui a toda prisa a la estación. Cogí el tren y esperé a que pasasen las horas hasta que llegase a mí pueblo. Esas horas se me convirtieron en minutos, iba tan emocionada que no me di cuenta de que estaba de nuevo aquí. A la estación fue mi padre a esperarme. Después llegué a mi casa y para mi sorpresa, estaban mis primos y mis tíos. Estaba toda la gente a la que quería. Por desgracia, solo faltaba mi abuela, pero sé que desde ahí arriba se alegrará de esto. Había una peluquera también en mi casa, que me peinó y me maquilló. El vestido, obviamente, es el que me probé en la tienda, aquel  vestido tan precioso. Mi madre me explicó todo lo que había estado haciendo Pablo. Sin duda, se le había ocurrido la mejor locura de todas. Las horas pasaban y yo… yo estaba muy tranquila, me iba a casar, pero estaba totalmente tranquila.
Llegó el momento de dirigirme a la iglesia. Me dirigí en coche hacia allí. En la puerta, estaba toda la gente que quería. La gente de aquí y de Málaga que más queria. Estaba todo perfecto, y como no, él estaría dentro. La gente entraba hacia la iglesia. Instantes después era mi turno. Bajé del coche y me dirigí hacia la puerta de la iglesia, en todo momento al lado de mi padre. Llegó la hora. Entré en la iglesia y poco a poco me iba acercando. Cada vez lo veía más cerca. En este momento, cada uno de los instantes que habíamos pasado juntos inundaban mi cabeza, haciendo que me emocionase, pero evitando en todo momento no llorar. Llegué  al altar, y me felicidad y la de él no podría ser más porque era imposible.
-Estás preciosa.-Me susurró.
-Tú  también- Nos cogimos de la mano.
Y bueno… el resto de la boda ya sabéis como sigue. El rollo que suelta el cura y luego el mejor momento. Ese momento en el que nos juramos amor eterno con ese ‘’Si quiero’’ por parte de los dos, poniéndonos los anillos que jamás nos quitaríamos.
La noche fue fantástica, la mejor de todas. El banquete fue increíble, lleno de sorpresas, risas, emociones y lágrimas por parte de Pablo y de mí, emocionados por todo lo que nos estaba pasando.
Después de esta gran celebración, fuimos al hotel donde Pablo y yo pasamos una de las noches más mágicas e increíbles de todas, haciendo el amor libremente, como la pareja de casados que éramos.
Al día siguiente nos levantamos y nos dirigimos a Málaga en tren.
-¿Y dónde nos vamos a pasar la luna de miel?
-A Jamaica, ¿qué me dices?
-Pues genial, y a tú lado aun mejor-Nos besamos.
-Pero antes pasamos por otro sitio.
-¿Por dónde?
-Una noche por Londres.
-¿Y a qué vamos allí?
-Ya lo verás.
-Tú y tus secretos… toda la vida así.-Pablo se me quedó mirando sonriendo.- ¿Qué pasa?
-Que ahora ya no tengo novia… sino mujer.
Me limité a sonreírle y darle un beso. No era consciente todavía de esto. Pablo y yo, casados.
Después fuimos al aeropuerto y poco después subimos al avión. En cuanto nos quisimos dar cuenta llegamos a Londres, esta bella ciudad que siempre será mi favorita. Todavía no sabía muy bien para qué veníamos aquí, pero sí que me hacía una ligera idea.
-¿Me vas a contar ya qué hacemos aquí?- Dije mientras nos subíamos a un taxi.
-Ahora mismo lo sabrás, pero antes, si quieres saberlo, debes taparte los ojos.-Dijo sacando un pañuelo de los suyos.
-En fin… no me opondré-Me tapó los ojos y luego Pablo le dijo en un inglés muy bien pronunciado a donde quería ir.
-Vaya, como has mejorado el inglés.
-¿Qué te creías?-Dijo riéndose.
Fuimos agarrados de la mano todo el trayecto, casi en silencio, pero no nos hacía falta decirnos nada que no supiéramos ninguno de los dos.
El coche paró y Pablo me ayudó a bajar.
-No te quites el pañuelo hasta que yo te diga.-Dijo dejándome un beso en los labios.
-Vale.
Entramos como a un hotel y luego subimos a un ascensor. Yo, torpemente, con la ayuda de Pablo, iba andando junto a él. Paramos y Pablo abrió una puerta. Pasamos, y luego cerró. Cuidadosamente, Pablo me quitó el pañuelo.
Abrí los ojos y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. En mi cara se formó una sonrisa. Mis ojos brillaban. Mi cabeza volvió a aquel instante de aquella habitación. Sí, la habitación donde por primera vez Pablo y yo, nos besamos. Donde por primera vez hicimos el amor. Donde por primera vez nos dijimos a la cara esas dos palabras, te quiero.
Me acerqué a la cama. Había un bote con dos copas y champán. Y, también había un regalo sin abrir. Miré a Pablo y asintió diciéndome que lo abriese. Lo abrí. Eran nuestras primeras fotos juntas en un marco. Nuestra primer foto de un abrazo juntos, la de nuestro beso y muchas otras especiales para mí. Sin embargo, había una que jamás supe de su existencia. Éramos Pablo y yo en la cama. Yo durmiendo y él abrazándome y besándome la cabeza.
-¿Y esta foto?
-De nuestra prima vez, la hice mientras tú dormías, quería tener este recuerdo guardado para siempre.
Pablo se sentó al lado mío, cogiéndome de la mano- ¿Te ha gustado?
-Es lo más precioso que has podido hacer.
-Te quiero.
-Yo también te quiero.
-Siempre juntos.
-Hasta el infinito, porque nadie nos podrá separar jamás.
Y nos besamos. En aquella habitación donde fue nuestro primer beso de novios, años después nos dimos uno de los primeros besos de casados, compartiendo nuestras vidas hoy y siempre.
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Y aquí pongo fin a esta historia. Me da pena haberla acabado, tanto tiempo dedicándole a escribir esta historia y ya le tuve que poner el punto y final.
Quería daros a TODOS las gracias, a los que empezaron a leerla y no la acabaron, ya que sé que a todo el mundo no le puede gustar, pero gracias por haber leído algún capítulo. Pero sobretodo quería darle las gracias a los que empezaron y terminaron de leer esta historia. Gracias por haber confiado en mí, por haberme pedido cada capítulo, por haberme dado vuestras opiniones, y en especial, a esas personas que se llegaron a emocionar algún momento en mi historia.
Quería destacar entre todas mis lectoras a @OlatzAlboran, que gracias a ella, me ha dado muchos ánimos para escribir, y también darle gracias por gustarle tantísimo esta novela.
Aquí he puesto fin a esta historia, pero tengo que deciros que estoy escribiendo una novela nueva, que pronto publicaré.
Un millón de gracias, os quiero.


lunes, 27 de agosto de 2012

43. Cuatro palabras cambiarían mi vida para siempre.


-Quítate el bolso.
-¿Para qué quieres que me lo quite?-Le dije mientras me lo quitaba. Pablo se me quedó mirando con una sonrisa de travieso.
-Para volver a nuestra primera noche aquí, juntos.-Me cogió, me echó a su hombro y fue corriendo al agua. Yo me resistí pero una vez más, es imposible. Después, volvimos a la casa, y os podéis imaginar todo lo que pasó allí, una vez más.
Rolling in the deep, and you played it, to the beat…-Era de día, no se exactamente que hora era y me estaban llamando al móvil, así que lo cogí a ver quién era.
-¿Sí?-Dije con voz de dormida.
-Buenos días amooooooor-Entonces me incorporé de repente. Mire a mi lado y Pablo no estaba.
-¿Dónde estás?
-¡En Almansa!
-¿Eh? ¿Qué haces allí? ¿Qué está pasando? ¿No estoy soñando verdad?
-Jajajajajaja, tranquila chica, no pasa nada. ¿Recuerdas la llave que te di?
-Sí.
-Pues cógela y abre la caja que está encima de la mesa.
-Está bien.
-Cuando vayas a abrir la caja avísame.
-Vale- Busqué la llave y fui hacia la caja. Estaba muy nerviosa, no sabía que era esto.
-La voy a abrir.
-Está bien, ahora me das una respuesta.
Metí la llave con el pulso tembloroso, me costó encajarla. Cuando la abrí, había como una especie de carta. La cogí y la abrí.
Desde que te vi salir de aquel probador, con ese traje blanco, no dejo de pensar en aquello. Me di cuenta que ya habíamos vivido miles de cosas juntos, y que a ambos queríamos dar otro paso, pero nunca nos lo dijimos por miedo a que el otro no quisiese, y entonces, aquel día me di cuenta que estábamos perdiendo el tiempo. ¿Te gustaría unir nuestras vidas para siempre? O mejor dicho, ¿Te quieres casar conmigo?
En este momento, una sonrisa se formó en mi cara, y las lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas, una tras otra. Jamás pensé que este momento pudiese a ser tan precioso, que  cuatro palabras cambiarían mi vida para siempre, pero para vivir siempre unido a él.
-¿La has leído ya?
-Sí-Dije secándome las lágrimas.
-¿Y… bien?
-¡Pues que claro que quiero! ¿Cómo no voy a querer si eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida? ¡TE QUIERO!-Dije chillándole.
-¡Yo también te quiero mi vida!
-Pero… ¿y todo lo relacionado con la boda?
-Eso ya está hecho, solo falta la novia, que nos casamos en 10 horas.
-¡¿Qué?! ¿Estás de coña no?
-¡No! Date prisa, el tren sale en una hora si te has fijado en los billetes de dentro de la caja.-Miré y, efectivamente, ahí estaban.
-Pero… ¿y qué me llevo?
-Luego pasaremos por Málaga otra vez, así que con traerte la ropa que te pongas ahora es suficiente. A las 5 de la tarde nos veremos, ¡te quiero mi vida!-Colgó.
Yo no podía parar de sonreír. Me quedé unos instantes quieta, pensando lo que me había dicho. Esto era una locura, pero la mayoría de locuras se hacen por amor. Hoy me casaba y me acababa de enterar. Todo este tiempo estaba ocultando esto, estaba planeando toda la boda. El día en el que nuestras vidas quedarían unidas por un ‘’si quiero’’.

42. Mi cumpleaños.


-¡Espera un momento aquí!-Le dije a María y entré corriendo en la tienda.
-Un momento-Le dije a la dependienta.
-Sí, dime.
-Oye, guárdeme el vestido y los zapatos de antes, pasaré a recogerlo otro día. Pero eso sí, no le diga nada a ella, es una sorpresa.
-Estás un poco loco, jajajajaja, pero vale, te haré caso, te lo guardaré aquí y pasas cuando quieras.
-Gracias, y por favor, ni una palabra a nadie, no quiero que se empiece a rumorear pro las revistas, no me gusta que hablen de mi vida íntima en estos casos.
-Ni una palabra, prometido.
-Gracias, ¡adiós!-Salí de la tienda.
-¿A qué has ido?
-Que me había dejado el móvil en la tienda, lo he sacado un momento y se me ha olvidado guardármelo.
-Vas a perder la cabeza.
-La he perdido antes cuando te he visto salir con ese vestido tan precioso.-La cogí por la cintura y nos besamos pasionalmente.
[Narrado por María]
Pasaron los días, y con eso, pasó un mes. Todo iba igual que siempre, pero últimamente Pablo estaba raro, pero no era nada malo. Le notaba que ocultaba algo, pero algo que era bueno, alguna sorpresa o algo por el estilo que me querría dar, supongo que como me cumpleaños se acercaba, sería algo de eso.
-Cariño- Me senté en el sofá con Pablo, que estaba tocando al guitarra.
-Dime.
-Escucha, no sé qué estarás tramando, pero tramas algo para mí, y no quiero que te esfuerces demasiado, sabes que lo único que necesito es tu compañía, nada más.
Pablo se rió suavemente y me dio un ligero beso- Tranquila, esto es para siempre.
-¿eh? No te entiendo.
-jajajaja, ya lo entenderás.
-Me das miedo…
-¿Ah sí?-Dejó la guitarra en la mesa.-Pues más miedo vas a tener cuando te coja.
Fue a cogerme pero pude escaparme, corrimos por toda la casa, riéndonos, hasta que al final, como siempre, me cogió. Me tiró a la cama y me empezó a hacer cosquillas. Por muchos años que pasaban, siempre quedarían estos momentos. Momentos en los que volvíamos a nuestra infancia, y volvíamos a ser niños pequeños, que solo querían ser felices y reírse a todas horas. Por desgracia, esa juventud no duraba toda la vida, pero con Pablo volvía a ella en instantes como este.
-Para…por favor-Dije como pude, cansada.
-Me encanta cuando te ríes, tienes cara de niña.
-Y tú cuando te pones a tocar de forma descontrolada la guitarra. Pero, ¿sabes una cosa?-Negó con la cabeza- En realidad, me encantas a cada segundo.
-Y tú a mi…-Se acercó a mí, y me besó. Todo este tiempo junto a él, nos habremos dado miles de besos, pero cada uno es distinto al siguiente, pero al fin y al cabo, todos tenían algo en común, el amor que sentíamos.
Y así es como llegó el día 28 de Julio, mi cumpleaños.
-¡Feeeeeeeeeeliz cumpleañooooooooos!-Me despertó así Pablo, mientras no me paraba de dar besos, no había mejor regalo que este.
-Gracias….-Dije con voz de dormida, pero a la vez muy feliz. Vi que entraban unos rayos de sol por la venta. ¿Qué hora es?
-Hoy no hay hora, tienes que disfrutar de la vida, que para eso es tu día.-De repente me puso una bandeja que había en su mesita. Era el desayuno, y en la bandeja había una rosa.
-¿Vas a estar todo el día así conmigo?
-Para qué preguntas si sabes la respuesta.
-Jolin… es que te pasas mucho, no debes hacer tanto, de verdad, si con pasarlo contigo me es suficiente.
-Pero yo quiero hacer esto, porque me gusta verte así de feliz y que estés a todas horas sonriendo, porque si estoy contigo es para hacerte feliz a cada momento, porque si tú eres feliz, yo también.
Me había emocionado con esas palabras tan bonitas que me había dicho. Nadie en esta vida me puede hacer más feliz que él, y si alguna vez le pasase algo, jamás volvería a tener  felicidad en mi vida.
-Te quiero.-Le cogí la cara y lo aproximé a mis labios, dejando caer un beso en sus labios.
-Y ahora toca que desayunes, y luego te vistes que nos vamos a comer por ahí.
-¡Sí Pablete!-Nos reímos los dos a la vez.
Después de desayunar, que por cierto, estaba buenísimo, porque Pablo hizo esas tortitas con chocolate que le salen tan bien, me duché y me vestí con un vestido que me compré hace poco, pienso que era la oportunidad de estrenarlo. Pablo tampoco quedó atrás, se puso sus vaqueros, sus botas, su camisa blanca. Siempre iba guapo, pusiese lo que se pusiese.
Fuimos a un restaurante, a uno de los mejores de Málaga, y cuando entré, no me creía lo que estaba viendo. Mis padres, mi hermano, sus padres y hermanos, Laura, Raul y el pequeño Iker y unos amigos de Málaga con los que nos llevábamos muy bien y siempre salíamos con ellos. Toda la gente querida estaba allí. Cuando entré, me dijeron todos un alto ¡FELICIDADES!, y fueron a felicitarme uno por uno. Echaba mucho de menos a mis padres, y aquí los tenía de nuevo y sin olvidar a mi hermano, que hacía aun más tiempo que no lo veía. Fue una comida inolvidable, llenas de anécdotas y buenos momentos.
Por la noche, fuimos a aquella playa tan especial para los dos.
-Ahora me toca darte el regalo.
-¡Pero si todo el día han sido sorpresas y más sorpresas! De verdad, no hace falta.-Pero me ignoró y sacó una caja pequeña.
-Ten.-Me la dio y la abrí. Era una llave, me quedé extrañada.
-¿Una llave?
-Sí. Esta llave es muy especial, abre una caja, pero para eso tendrás que esperar hasta mañana. Ahí dentro estará tu regalo.
Me guarde la llave. No sabría que podría abrir esta llave, pero seguro que era algo que me haría muy feliz.

domingo, 19 de agosto de 2012

41. Locura de amor.


Estuvimos cenando en uno de los mejores restaurantes de Chile, según me habían dicho y después, lo iba a llevar a un hotel conmigo. Había alquilado una habitación para nosotros dos solos, y después le iba a dar un regalo que no se lo podría esperar, algo que le haría muy feliz.
-Bueno, ¿y ahora donde vamos?
-Pues subamos al coche y lo sabrás.-Nos subimos al coche, pero le tapé los ojos.
-Jo… ¡esto no vale!
-Jajajaja, caya, que así tiene más emoción.-Entramos al hotel y llegamos a la habitación.
-No te lo quites aún, espérate.
-Vale…
Fui a la mini-nevera de la habitación y saqué una tarta que le compré, le puse las velas y las encendí.
-Quítate el pañuelo.-Se lo quitó y le empecé a cantar el cumpleaños feliz.- Ya sé que canto mal pero es lo que toca, jajajaja.
-Para mí es perfecto.
-Ahora sopla las velas, pero pide un deseo.
-Soplémoslas juntas, y pidamos un deseo los dos.
-Está bien- Contamos tres y soplamos las velas mientras pedíamos nuestros deseos. Pablo y yo nos quedamos mirando, sabíamos que habíamos pedido el mismo deseo, aunque no lo dijésemos.
-Y ahora queda el regalo final.
-¿Otro? Madre mía, ya no sé que imaginarme.
-Siéntate en la cama.
Cogí el portátil y metí un CD que había hecho. Era un video, de muchísimas personas felicitando a Pablo, como los amigos, su familia, sus fans, gente famosa y sobretodo, le impactó ver el final. No se podía creer lo que había visto. Coldplay le había felicitado. Se me ocurrió esa idea, ya que fui al Rock in rio de Madrid, y ellos actuaban, y tuve la suerte de poder robarles unos minutos.
-No tengo palabras para esto, es indescriptible, ufff…
-Ahora viene el toque final.
-¿Algo más?
-Sí, toma.-Era una guitarra. Pero no una guitarra normal, sino una guitarra formada por todos los componentes de Coldplay. Cuando la vio, se quedó de piedra.
-Estoy flipando, esto no puede ser.
-Pues créetelo, que es verdad.
-¿Pero cómo has conseguido esto?
-En el rock in rio de Madrid, recuerda que soy reportera.
-Joder… la voy a guardar toda mi vida. No sé cómo darte las gracias.
-Yo si sé…-dije riéndome.
-Capto el mensaje.-Se rió también.
Se acercó a mí y me beso, cada vez con más intensidad, hasta que cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos desnudos unidos de nuevo por el amor que sentíamos.

Al día siguiente tuve que volverme a España, porque  yo tenía que seguir con mi trabajo. La despedida no fue muy triste, ya que cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos otra vez en verano, por las calles de Málaga paseando juntos de la mano.
-Amor, ¿quieres que hagamos algo esta noche?
-Como prefieras tú.
Íbamos andando por las calles centrales de Málaga, llenas de tiendas y más tiendas, y de repente, me quedé mirando el escaparate de una tienda detenidamente. Vendía trajes de boda. Ahora que me he dado cuenta, llevamos mucho tiempo juntos, y tenemos una cierta edad, porque la juventud no es eterna.
-¿Quieres pasar?-Me dijo Pablo.
-Pero es que yo sola es una tontería, dejémoslo.
-Paso yo contigo.
-¿¡Qué!? Ni en broma, un novio no puede ver a la novia vestida antes de la boda, da mala suerte.
-¿Te digo una cosa? Yo no creo en eso. Por verte vestida de novia no me voy a desenamorar de ti, es más, me enamoras. ¿Quieres comprobarlo?
-No sé…
-Anda pasa, ¡confía en mí!-Me dio un beso y entramos en la tienda.
Estuve mirando varios vestidos, asesorándome por la dependienta, pero hubo uno que fue el perfecto para mí. Lo cogí y me lo probé acompañado de unos tacones que había también en la tienda, que eran ideales. Me miré al espejo varias veces antes de salir, y no es porque fuese yo, pero me quedaba realmente bien, me venía todo exactamente bien, era la talla perfecta y el vestido perfecto. Salí del probador con él puesto. Pablo se quedó mirándome asombrado, no decía nada, solo se limitaba a sonreír y morderse el labio.
-Vaya… qué bien le queda, es difícil encontrar un vestido que no haya que arreglarlo. El novio tiene muchísima suerte-Me dijo la dependienta.
-Y tanta suerte que tengo… esta preciosa.
-Es que tú eres… ¿su novia?
-Sí. Y ya me sé eso de que el novio no puede ver a la novia vestida con el traje antes de la boda porque trae mala suerte, pero que yo no me creo eso, jajajajaja.
-Que atrevidos que sois, jajajajaja. Pero… ¿os vais a casar o solo estabais mirando?
-Solo mirando, me apetecía entrar y probármelos, a ver cómo me quedaban.
-Pues este le queda fantástico, y los zapatos también, has tenido mucha suerte en que sea justamente tú talla.
-En fin… voy a cambiarme.-Me cambié y salí de probador. Le di el vestido a la dependienta.
-Gracias.
-A ti, y espero volver a veros pronto por aquí!-Salimos de la tienda

[Narrado por Pablo]
Estaba preciosa, era indescriptible. Aquella imagen se me quedó grabada en mi memoria para siempre. El traje de novia le estaba increíble, jamás la había visto tan guapa. En este momento, me di cuenta que habíamos vivido infinidades de cosas juntos, y ahora que se había establecido mi carrera, era el momento ideal para quedar unidos por el resto de nuestras vidas. Pero no quería que fuese lo típico, quería hacer una tradición diferente, algo que se me había ocurrido. Es una locura lo que pienso hacer, pero a la vez una locura de amor, con un final feliz. Me llevará un tiempo de lío, pero quiero que sea una sorpresa para ella, no se va a imaginar nada de esto.
-¡Espera un momento aquí!-Le dije a María y entré corriendo en la tienda.

40. Felicidades amor.


avión, el avión que me conduce a la felicidad…
[Narrado por Pablo]
Me desperté con un año más. Sí, estábamos a 31 de Mayo. Me desperté muy feliz, ya que años no se cumplen todos los días. Lo único que deseaba era estar junto a ella este día, pero sé que no podía ser, así que, me conformaría con su llamada. Aunque eso creía. Pasan las horas y ella no me llama, no sé si es que le ha pasado algo o no se acuerda, pero me parece muy extraño que no me haya llamado. En fin… supongo que estaré muy obsesionado, tarde o temprano me felicitará. Ahora lo que toca es disfrutar de este concierto que voy a dar dentro de 2 minutos en Chile.
[Narrado por María]
Acaba de empezar el concierto, lo estoy escuchando desde la puerta que separa el escenario de todo lo demás. Lo está haciendo increíblemente bien, como siempre. De repente, veo que entra Porty, Antonio y Lolo ya que Pablo se ha quedado solo en el escenario cantando. Siempre lo hace en una o dos canciones.
-¿Todo bien?-Me dice Porty
-Sí, genial, pero con muchos nervios. ¿Cómo voy a salir al escenario?
-Pues mira, al final le vamos a cantar el cumpleaños feliz, porque el club de fans de aquí le va a dar el disco de platino que ha conseguido aquí. Después le dedicaremos unas palabras, y tú sabrás el momento de salir.
-Está bien.
-Bueno chicos, vamos, que nos toca salir otra vez. ¡Ahora nos vemos!-Salieron al escenario.
El concierto siguió transcurriendo y llegó el momento en el que le cantaron cumpleaños feliz y le dieron el disco de platino. Se emociono y como pudo, dijo unas palabras.
-Muchas gracias de verdad. No hay mejor regalo que este en un día de cumpleaños. Gracias por estar ahí siempre y espero no defraudaros nunca.
Entonces Porty dijo unas palabras:
-Bueno, quería hablar en nombre de todos. Que gracias por permitirnos estar junto a ti, celebrando otro año más juntos, y espero que sean muchos más. Creo que te has equivocado al decir que ese es el mejor regalo en tu día de tu cumpleaños. Es uno de los mejores, obviamente, pero creo que lo que va a salir ahora mismo de esa puerta te va a hacer más feliz aun. Así que, felicidades.
Entonces supe que era mi turno. Abrí la puerta y por fin lo pude ver. Pablo se quedó impresionado, y se puso a llorar de la alegría. Yo fui hacia él y lo abrace. Nos abrazamos con un gran amor, hacía tiempo que no podíamos disfrutar de esto.
-Felicidades amor, te quiero mucho.
-No sabes lo feliz que me acabas de hacer.
Nos quedamos mirando, sonreímos y soltamos una leve risa, y entonces tuvimos la necesidad de besarnos. Besarnos delante de toda la gente, pero era como si solo estuviésemos él y yo. La gente no hacía nada más que aplaudir. Fue un beso muy pasional, lo necesitábamos tanto que no pudimos controlarnos.
-Gracias.-Me dijo en voz baja, y yo le respondí con una sonrisa, como la que tenía él en estos momentos. Entonces, de repente, la gente empezó a gritar ¡QUÉ TOQUE ALGO, QUÉ TOQUE ALGO! Iba dirigido para mí, entonces Pablo se dirigió al micrófono.
-¿Queréis volver a empezar?- La gente chilló con un rotundo sí.
-Pero Pablo… si no tengo guitarra.
-Toma la mía.
Empezamos a tocar, fue todo una locura, el público bailando y saltando y Pablo igual, fue un momento inolvidable. Seguidamente me retiré del escenario, y Pablo se puso a cantar una última canción a capela. Cuando terminó, se despidió y entró al camerino. Nada más abrir la puerta, nuestras miradas se cruzaron, fuimos corriendo el uno al otro y finalmente, acabamos besándonos, aunque alguien nos cortó el rollo.
-Parejita estas escenas a sitios íntimos, por favor.-Dijo Lolo, con un tono gracioso.
-Siempre vas cortando el rollo, a ver cuando te echas novia ya, que falta te hace-Dijo Pablo, dándole un golpecito en el brazo.
-No tengo tiempo para esas cosas, y a parte, hay que tener paciencia para aguantarme.
-Tienes razón, porque yo no te aguanto, pero mira, aquí estás.- Dijo riéndose.
Siguieron diciéndose algunas cosas más Pablo y Lolo, de broma, se nota que se llevaban genial y eran como hermanos. Pablo terminó de cambiarse de ropa y salimos, a fuera, como siempre, estaban unas cuantas fans esperándole, pero él les atendió sin ningún problema, y después, montamos en el coche que nos esperaba.
-¿A dónde vamos?-Me dijo Pablo.
-De momento a cenar y luego ya es sorpresa.
-Viniendo de ti me espero cualquier cosa-Me besó.

lunes, 13 de agosto de 2012

39. El avión que me conduce a la felicidad, él.


Subimos al coche, encendió la radio y justo empezó a sonar ‘’ I will always love you’’ de Withney Houston, como hace poco que acababa de morir la pusieron. Esa canción decía todo lo que sentía por él, que siempre lo iba a querer, por mucho daño que me hiciese, jamás lo podría llegar a odiar.
-Cariño, ahora solo vamos a poder juntos los fines de semana
-Es verdad… pero bueno, no pasa nada, estuve sin ti casi un año, ahora por estar…-Se puso a pensar- ¿¡Qué!? ¿7 u 8 horas sin ti?
-Jajajaja, siempre podrás verme por la televisión, además, las tardes a partir de las 6 siempre que no tenga reportajes serán libres solo para ti, y recuerda las noches, y las mañanas hasta las 12, no está tan mal.
-Habrá que acostumbrarse.-De repente empezó a sonar en la radio ‘’Te he echado de menos’’. Pablo cambió.
-¿Pero qué haces?-Dije poniendo otra vez la radio donde estaba sonando.
-Es que ya me tienes muy escuchado.
-¿Y qué? Por mucho que te tenga escuchado recuerda que soy tu fan, y siempre me gusta escucharte.
-Vale, vale, pero no hace falta que me pegues por haber cambiado la canción, jajajajaja.
-Juramento, de sal y limón, prometimos volver a vernos…- Dije cantando bajito.
-Te he echado de menos, todo este tiempo, he pensado en tu sonrisa y en tu forma de caminar.-Dijo siguiéndola Pablo
-Una pregunta que me he hecho, ¿has estado solo todo este tiempo?
-eh… sí.
-¿Y por qué? Porque pretendientas no te habrán faltado.
-Porque sabía que tu y yo íbamos a volver a estar juntos.
-Mentira, no lo sabías.
-Lo sé. ¿Pero, a que me ha quedado bonito?
-¡Tonto!-Le empujé- Siempre estropeas todo, jajajajaja.
-Jajajajaja. No he querido, quería centrarme en mi carrera, después de lo que pasó no tenía ánimos de conocer a alguien. Cuando pensé que no tenía arreglo lo nuestro, decidí conocer a alguien, pero en cuanto vi que me habían nominado a esos premios sabía que ese era nuestro momento de reencuentro
-¿Y no se te pasó por la cabeza venir a buscarme?
-Se me pasó varias veces por la cabeza, pero respete la decisión de no buscarte. ¿Y a ti?
-A mi también. Las primeras noches me pasé pensando en nuestro último encuentro, y a veces pensé en regresar, pero por otro quería empezar una vida sola.
Llegamos a casa de Pablo. Cogió todo lo que tenía que coger y nos fuimos para mi casa. Bueno, mejor dicho, nuestra casa.
-Mañana mientras estés trabajando organizaré todo.
-Por cierto, te has olvidado de un detalle.
-¿De qué?
-No me has dicho que si quería ser tu novia de nuevo…-Dije riéndome suavemente. Él suspiró y se rio.
-No sabía que en estos tiempos se hacía esto aun, pero vale.-Se acercó a mí y me cogió la mano. María, ¿quieres ser la persona que me acompañe cada día, la que le dé luz a mi vida, la persona con la que comparta mi despertar, con la que comparta cada una de mis caricias y besos  y con la que haga posible que vuelva a ser completamente feliz?
Me salió una gran sonrisa y me lancé a besarle. Unas palabras tan simples podían hacer que me emocionaran, pequeños instantes, pero a la vez, grandes momentos que una recordará por el resto de su vida.
-Por cierto-Dijo cortando el momento Pablo.-Te tengo que contar una cosa, ven aquí.-Me dirigió hasta el sofá y nos sentamos.
-¿Es algo malo?-Me empecé a preocupar.
-No. Es sobre mi carrera. Verás, estos años han sido increíbles en mi vida, nunca pensé que llegaría a estar aquí ahora mismo. He vivido demasiado en poco tiempo. He sacado varios discos y he hecho muchísimos conciertos, entrevistas y otras cosas, y no he tenido tiempo para mí. Por eso voy a descansar, me voy a tomar 2 años, dejaré mi carrera a un lado y luego la retomaré, necesito dedicar tiempo a mi vida.
-Me parece muy buena idea, has hecho muchísimo todo este tiempo, ahora te toca a ti descansar. Pero… ¿Lo saben tus fans?
 -No… y eso me da miedo, a lo mejor se enfadan por dejar mi carrera por 2 años.
-Les guste o no, lo tienen que aceptar. Ellos se tienen que dar cuenta que tú eres una persona normal, que necesita hacer su vida como todo el mundo. Lo comprenderán, ya verás. Si ellos confiaron en ti ahora debes de confiar tú en ellos para que acepten esto.
-Cuando acabe mi gira por Latinoamérica haré pública esta decisión.
-Hagas lo que hagas siempre te apoyaré, porque para eso estamos juntos.
-Estamos y estaremos, nada nos podrá separar jamás.-Me cogió la mano y me la llevo hasta su corazón-Porque esto que me haces sentir nunca me lo ha hecho sentir nadie más. Es como las historias de príncipes y princesas, se enamoran perdidamente el uno del otro pero siempre les ocurre algo que les impide estar juntos, pero al final siempre acaban juntos porque el amor lo vence todo, por eso tú eres mi princesa.-Me hizo emocionarme con estas palabras.
-Siempre había escuchado que en las historias el príncipe era rubio con ojos azules. Pero con el paso del tiempo me di cuenta que mi príncipe era totalmente diferente, pero era más guapo que el de las historias.-Le besé- Y más luchador por las cosas que realmente le importaban. Y sin olvidarnos el talento innato que tenía con su maravillosa voz y sus delicadas manos.

Fui a ver que había en el frigorífico para cenar, y me di cuenta que no había casi nada, con todo lo que había pasado, se me había olvidado hacer la compra.
-¿Te parece si pedimos unas pizzas? Es que con todo este fin de semana se me olvidó ir a comprar.
-Como quieras. Mañana voy yo a comprar.
-Pues ya que estás me limpias la casa y eso, jajajajajaja, como cambian los papeles, como antes eras tú el que trabajabas yo hacía todo esto, ahora te toca a ti.
 Pasaron los días, y con ello, los meses. Cada día junto a Pablo había sido como volver a nacer, esos sentimientos que solo me podía transmitir él, y nadie más. Los dos estamos muy felices, aunque ahora estamos un poquillo tristes, ya que él está de gira por Latinoamérica y yo no he podido acompañarle por el trabajo. Pero él hay una cosa que no sabe. Estamos a viernes 30 de mayo, y mañana es su cumpleaños, por lo que he decidido ir a darle una sorpresa. He estado hablando con Porty, Antonio y Lolo, y le voy a dar la sorpresa en mitad del concierto. Estamos 2 meses sin vernos, y sé que es el mejor regalo para su cumpleaños, y también mi mejor regalo, el poder disfrutar junto a él. Ahora mismo está en Chile, y yo estoy a punto de coger el avión, el avión que me conduce a la felicidad, él.
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Siento no haber subido estos días, pero es que estaba de vacaciones y no podía subir capítulo! Y bueno, aquí tenéis este aburrido capítulo, lo siento mucho, pero no tenía mucha inspiración. A partir de el siguiente capítulo serán más interesantes y luego... llegará el fin. Gracias :)

martes, 31 de julio de 2012

38. Juntos de nuevo.


-Buenas de nuevo-Me acerqué y le di un beso.
-¡Hola!
-Bueno… Pablo te presento a Jose. Jose este es Pablo, aunque ya debes saber quién es.
-Hola, encantado-Le dijo Pablo a Jose dándole la mano con una sonrisa.
-Igualmente.
-Bueno, ¿vamos a comer? Tengo hambre.
-Vamos en mi coche si queréis, lo tengo abajo aparcado.-Dijo Pablo.
-Está bien, ¿pero sabes dónde está el restaurante?-Le dijo Jose a Pablo.
-Pues la verdad es que no, jajajaja. Súbete delante en el coche y me guías.
-Vale.
Nos subimos en el coche, yo atrás y Pablo y Jose delante. Se habían caído bien, pensé que esto nunca pasaría, pero estaba equivocada. Llegamos al restaurante y nos sentamos. Hablamos de temas sin importancia. Los tres estábamos muy cómodos hablando, de vez en cuando, Pablo me rozaba con su mano mi muslo, sutilmente, sin que nadie se diese cuenta. Cada vez que lo hacía, mi cuerpo se estremecía.
-Chicos voy al aseo.
-Vale.
*Narrado por Pablo*
Jose me caía bastante bien, era un tío súper simpático y enrollado, no parábamos de hablar, de repente María se fue al aseo y nos quedamos él y yo.
-Desde que la conocí nunca la había visto tan feliz… se nota que te quiere muchísimo.-Me dijo Jose.
-¿Tú crees?
-No creo, estoy seguro. Yo pensaba que yo la hacía muy feliz, pero al veros juntos sé que yo no sirvo para darle la felicidad completa, él único que puede hacer eso eres tú.
-Jamás he visto a una mujer tan segura como ella, lo que quiere lo consigue, y si le ocurre algo mal, más tarde o más temprano, lo supera.
-Bueno, excepto en las arañas, que por lo diminutas que sea siempre le dan miedo y no puede matarlas, es un show, jajajajajaja.
-Sí, jajajajaja, en eso tienes razón, por lo más indefensa que sea la araña no la puede matar, se aleja lo más que puede de ellas.
*Narrado por María*
Salí del baño y me dirigí a la mesa, se estaban riendo sin parar.
-¿Se puede saber de qué os reis?
-Nos estamos riendo de ti y las arañas.-Dijo Pablo.
-¡Oye!- Le di un empujón a Pablo.
-Ten cuidado en casa con las arañas que haya, jajajaja-Dijo Jose.
-Sí, sobre todo si son de esas diminutas que ni se ven- Dijo sin parar de reírse Pablo.
-¡Mirar que os dejo aquí solos y me voy!-Dije aguantándome la risa.
-No, el que se va soy yo, mi vuelo sale en una hora.
-Te llevamos al aeropuerto-Dijo Pablo.
-No, no, gracias. Voy a coger un taxi.
-Como quieras.-Pagamos y salimos del restaurante.
-Bueno, me toca irme. Pablo, no te voy a decir que la cuides bien porque ya lo haces, espero que nos volvamos a ver pronto- Dijo dándole un abrazo a Pablo.
-Lo mismo digo.
-Y a ti… que te voy a decir, si ya sabes todo. Tampoco te digo que seas feliz con él porque ya lo eres, y espero verte de nuevo, y que me vayas a visitar a Barcelona ¿eeh? –Dijo dándome un abrazo y luego un beso en la mejilla.
-Gracias por todo Jose, de verdad.
-No me tienes que dar las gracias de nada. Bueno, ya no os molesto más. Nos vemos pronto, ¡chao!-Se subió al taxi y se fue.
-Que simpático que es, no me lo esperaba así de amable conmigo.
-Yo tampoco, pero es un tío que ve la realidad, él sabe que con el único hombre que puedo estar es contigo.
-Y así será por el resto de nuestras vidas- Me dijo susurrándome al oído. Yo me giré y nos besamos. A pesar de que la vida seguía, este momento pareció que se detenía el mundo entero, y solo existían nuestras bocas marcando el ritmo de los besos.
-Ah, por cierto- dije cortando este momento- ¿Te importaría que viviésemos en mi casa? Es que me pilla más cerca del trabajo, la tuya esta mucho más lejos.
-Mientras haya sitio, donde quieras. Vamos a mi casa y recojo todo en un momento, así esta noche ya podemos estar juntos, de nuevo.-Juntos… que bien me sonaba esa palabra.
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Siento tardar tanto en subir capítulo, pero es que entre unas cosas y otras al final nunca puedo. Esté capítulo es un poco soso y aburrido, lo siento. Subiré otro capítulo pronto para recompensaros. Quería deciros que esta novela ya está llegando a su fin, así que no tardaré en publicar ya los últimos capítulos. Gracias por haber cada capítulo (: