estaba sentado en el sofá, con la cabeza apoyada en los
brazos. Había estado llorando, estaba mirando al frente todo el rato, no me
había dirigido la mirada. De repente vi una lágrima caer de sus ojos. Se me
partía el alma verle así. No nos dirigimos la palabra, cerré la puerta y me
dispuse a subir las escaleras para ir a la habitación.
-P.er.don.ame…- Me dijo Pablo entrecortado por sus lágrimas.
Yo bajé las escaleras y me senté a su lado, en el sofá.
-Perdóname… no debí desconfiar de ti, soy un miserable.-Dijo arrepentido.
-Pablo…- Me cortó.
-No María, soy un miserable, desconfié de ti, desconfié por
unas personas que solo intentan joder la
vida, sé que no me vas a poder perdonar, y te entiendo. Se me fue la cabeza
esta mañana, pero fue por el hecho de pensar que ya te habías cansado de mi y
ya no me querías y te habías buscado a otro que te daba lo que yo te daba. No
sé ni porque estás aquí ahora mismo, escuchándome, no te merezco…
Al escuchar lo que me había dicho me tranquilicé, se notaba
muy arrepentido de todo, y se me formo una cálida sonrisa en la cara…
-Estoy aquí escuchándote porque te quiero y me importas. No
te voy a negar que me ha dolido muchísimo que desconfiaras de mi y que pensaras
que podía llegar a hacer eso, pero no soy quien para juzgarte, porque si
hubiera estado en tú lugar creo que hubiera hecho lo mismo. Y ahora deja de
llorar ya que pareces un niño pequeño que le han quitado una piruleta-
Sonreímos a la vez y le quite con mi dedo las lágrimas suyas.
-Ah, pero se me había olvidado decirte una cosa, eso que
ponía en el mensaje que se supone que había mandado que ponía que no te quería
es verdad. Porque yo no te quiero, te amo.
Me tiré encima de él y lo besé, caímos tumbados al sofá, yo
encima de él. Estuvimos besándonos por un largo tiempo. Lo que me gustan de las
peleas entre pareja, es el momento de la reconciliación, las dos personas
necesitan besarse como si no hubiera mañana.
-Por cierto, ¿Dónde habías ido?- Me dijo Pablo entre besos.
-Pues había ido a la playa a ver al amante este con el que
me mandaba mensajes, pero nada, no ha aparecido…
- ¿ah sí? ¿Y cómo se llama?
-Pues mira, mi amante se llama Pablo Moreno, mi novio se
llama también Pablo Moreno, y mi futuro marido se llamaba… ah sí, Pablo Moreno.
-Pues que suerte tiene ese chico….-Dijo con una sonrisa
pícara.
-Sí, la pena es que tiene un defecto…
-¿Y cuál es ese defecto?
-Que me vuelve loca con cada beso suyo.
-Pues entonces si te vuelven loca sus besos no lo beses…
-Pero es que si no lo beso no puedo vivir- Todo esto nos lo
estábamos diciendo a escasos centímetros, rozando nariz con nariz, sintiendo la
respiración de cada uno… entonces se acercó a mi oído y me dijo:
-Deja de volverme
loco, y regálame un te quiero…
Me hizo estremecerme con solo oír esa frase.
-Te quiero-beso-Te quiero-beso-¡Te quiero!- Pablo no podía
parar de sonreír y de mirarme.
-Tienes la misma sonrisa de la primera vez que nos conocimos.
-Te asustarías al verme, jajajajaja. Me acuerdo
perfectamente, yo sentada en el asiento, viene un hombre que dice buenos días,
va a dejar sus cosas, la miro y ahí estabas tú. Mi cara era un poema, jajajaja.
-Jajajaja, me acuerdo que dijiste, ¡eres tú!
-Sí, y tú como tonto diciendo, eh sí, soy yo. Por cierto,
una pregunta que no viene al caso, ¿tú siempre que llevas la gorra es porque no
te peinas verdad?
-¿yo? Que va… yo siempre me peino…-Dijo haciéndose el loco.
-ya, ya… por cierto,
llevamos mucho rato aquí tumbados en el sofá, ¿no te parece?
-Sí, pero es que se está muy bien.
-Ya sé que se está muy bien, pero tengo hambre, deja que me
vaya a hacer la cena.- Me intenté levantar pero Pablo me apoyó contra él otra
vez.
-Tú te quedas aquí, que el que va a hacer la cena soy yo-Dijo
levantándose del sofá.
-¡Por cierto!, no me desastres la cocina como has hecho
otras veces-Le dije riéndome.
-¿Qué? ¡No te he oído!- dijo haciéndose el sordo.
-Sabes perfectamente lo que te he dicho, jajaja.
Mientras Pablo hacía la cena yo encendí la tele, hice un
poco de zapping, pero la quité enseguida, no había nada interesante. Poco
después Pablo terminó de hacer la cena, nos sentamos en la mesa y empezamos a
cenar. Pablo estaba desde su iphone mirando el twitter, de repente se empezó a
reír.
-¿Qué te pasa?
-Pues que con el lio este que te han sacado de los mensajes
del móvil no nos habíamos fijado en estas fotos de nosotros- Me mostró el móvil
y eran las fotos que nos hicieron en la playa mientras nos besábamos.
-Madre mía… jajajajajaja.
-¡mira esta! Jajajajaja, parece que fuésemos a hacerlo ahí
en medio…
- ai dios… y si no el título de las fotos en la revista
“Desatando la pasión”. A ver, dame el móvil que las vea.-Le cogí el móvil y me
puse a verlas, me paré en una que me mataba realmente. Era Pablo de pie, sin
camiseta, con las gafas de sol y el pelo mojado y a lo loco, ¿estaba tan
tremendo como lo pintaban en esta foto? Parece que sí. Me quedé empanada
mirando la foto.
-¡ei! ¿Qué te ha gustado tanto que te has quedado empanada?
-no, nada…-me entró
la risilla tonta.
-A ver trae- Pablo cogió el móvil y vio la foto- ¿Tanto por
esto? Si me tienes muy visto…
-Ya, pero es que me pongo en el lugar de las fans y me
imagino la cara de ellas viendo la foto… es que tela… siempre quisimos saber lo
que escondían tus camisetas y por fin está ahí…
-Mujeres…
-Sí, sí, mujeres, pero es que tu también vas provocando…
-Bueno sigamos cenando.-Cambio de tema completamente.
-Cuando no quieres hablar de algo porque sabes que llevo
razón cambias de tema…
Terminamos de cenar, Pablo estaba fregando los platos, yo no
paraba de observarlo, era guapísimo hasta de espalda. Me acerqué por detrás de
él, le pasé mis manos por su cintura y le empecé a besar el cuello y a darle
pequeños mordiscos por la oreja. Noté que se estremecía.
-Ma.r..ía, pa.r.a…
-Termina ya… que te quiero para mí-Le dije dándole besos sin
parar.
-Si es que así es difícil terminar...
-jajaja… ya te dejo… te espero arriba.
-uf…-Dijo Pablo con ganas.
Subí arriba y me tumbé en la cama, oír cerrar el grifo, así
que supuse que Pablo había terminado de lavar los platos. Al momento, oí subir
las escaleras, y Pablo apareció por la puerta, mordiéndose el labio y con una
mirada traviesa. Se acercó a la cama y de repente fue hacía mí y me empezó a
besar.
-P.or d.ond.e lo hab.iam.os dej.ado?
-P.or dond.e quie.r.as. tú…
Nos empezamos a besar, nuestras lenguas se entrelazaban en
muchas ocasiones, cada vez con más pasión. Pablo me quitó la camiseta y acto
seguido se la quité yo. Me tiré encima de él y le empecé a besar por su pecho
descubierto, mientras tanto, yo le iba quitando los pantalones, hasta que se
quedó en bóxers. Sin parar de besarnos Pablo se puso esta vez encima de mí, me
desabrochó el sujetador y lo tiró por la habitación, entonces empezó él a
besarme por todo mi cuerpo, mientras algún gemido se me escapa. Por fin llegó
el momento, los dos estábamos desnudos, en nuestra cama, dejándonos llevar por
nuestros sentimientos. Pablo se puso encima de mí y se acomodó para que los dos
estuviéramos bien. Empezó suavemente, pero hoy necesitaba más, así que lo
acerqué hasta mí y le dije en el oído:
-¿Esto es todo lo que sabes hacer?- Y le empecé a besar por
su punto débil que era el cuello.
Al hacer esto Pablo se estremeció y empezó cada vez más rápido, sin parar de
besarnos, cada vez más fuerte. A veces me hacía daño pero a la vez disfrutaba.
En la habitación de oía algún que otro gemido por parte de los dos, hasta que
llegó el final. Pablo y yo nos tiramos cada uno a un lado de la cama, con la
respiración muy agitada.
-Jamás pensaba que podías hacer tanto-Dije con mi
respiración acelerada.
-Yo tampoco-Respiró profundo-pero es que tú también lo que
aguantas…
-Madre mía si alguien nos hubiese visto, pensaría que somos
unos necesitados… jajajajaja
-Y menos mal que vivimos en casa y no en edificio, porque
sino ya habría bajado alguien a decir que hacíamos mucho ruido, jajajajaja.
-Ai por favor,
jajajajajajaja.-No podíamos parar de reír.
-Voy a bajar a la cocina a por un vaso de agua, ¿quieres
algo?- Le dije a Pablo.
-No, gracias.
-Vale.
Bajé a la cocina y cogí un vaso de agua, de paso aproveché y
fui al aseo. Cuando subí de nuevo Pablo se había quedado durmiendo. Era normal,
se va todos los días a preparar cosas del nuevo disco, y hoy no ha parado el
pobre. Me senté en la cama y me puse a leer un libro, pero enseguida me entró
sueño. Me acerqué a Pablo y dejé caer mis labios en su frente, dejándole un
beso.
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Espero que os haya gustado (: siento por haber estado una semana sin poder subir, pero es que he estado de intercambio en Francia y no he podido subir! Darme vuestras opiniones y mañana intentaré subir otro para recompensaros todo este tiempo sin capitulos! Gracias por gastar minutos de vuestro tiempo en leer mi novela y sobretodo, que os guste! Weeeeee :D