-Por cierto, cuéntame algo del concierto.
-Pues increíble, no hay palabras para describirlo. Fue
mágico, como todos. Por cierto, voy a leer una carta que me dio una niña, me
dijo que la leyera antes de 3 meses, no sé porque…
-¿Siempre lees todas las cartas?
-Casi todas, me es imposible leerme las cientos de cartas
que tengo ahí-Me dijo mientras encontró la carta. Se sentó y la abrió, pero no
le dio tiempo a leerla porque lo llamó su madre. Mientras hablaba, sentí
curiosidad de leerla. La carta decía lo siguiente:
¡Hola Pablo! Te
escribo esta carta con la esperanza de que la leas antes de que sea tarde.
Tarde de que ya no esté en este mundo. Me diagnosticaron un cáncer hace unas
semanas y me dijeron que me quedaban 3 meses de vida, lo que tengo se puede
curar, pero por desgracia no puedo, porque la operación solo se puede realizar
en Estados Unidos y vale 20.000€, y les he prohibido a mis padres que me hagan
la operación, porque si me pagan esa operación, se arruinarían y se quedarían
sin nada, y a parte, la operación tiene un 25% de probabilidades que salga mal.
Pero yo estoy feliz, feliz porque voy a poder cumplir mi sueño y ahora, si
estás leyendo esto es porque ya lo he cumplido. El sueño de poder verte en
persona, abrazarte y darte las gracias. Te doy las gracias porque tu música me
ha ayudado a no rendirme, a sacarme una sonrisa todos los días, a pensar en lo
bueno que me queda por hacer y olvidarme de lo que me va a pasar. Porque aunque
solo te vaya a ver esta vez, soy la persona más feliz del mundo, y puedo decir
que he cumplido mi sueño antes de morirme. Te cuento esto porque aunque no nos
conozcamos en persona, sé que eres una persona en la que puedo confiar.Porque
eres mi malagueño favorito que por cierto, ¡soy de Málaga! Vas a perder una fan
dentro de poco, pero en el cielo siempre te llevaré en mi corazón guardado. Sé
feliz y por favor, nunca cambies. Te quiero.
Tu fan que siempre
estará ahí,Alejandra.
Terminé de leer la carta y una lágrima resbaló por mi
mejilla. Me daba muchísima pena esta niña.
-Pablo… ¿cuánta edad le echabas a esta niña que te dio la
carta?
-Pues… yo le echo unos 14, es que ¿qué pasa? ¿Por qué
lloras?
-Lee la carta y lo entenderás.- Le di la carta y se puso a
leerla, al terminar de leerla, a Pablo también se le cayó una lagrimilla.
-Joder… pobre vida, no le ha tratado bien, tan joven y mira.
-Sus padres lo deben de estar pasando muy mal, pensar que no
puedes ayudar a tu hija teniendo posibilidades.-Se hizo un silencio en la
habitación.
-La voy a ayudar, yo tengo ese dinero que ella necesita para
curarse.
-Me parece un gesto muy bonito…-Le abracé.-Pero… ¿no has
pensado que hay muchas Alejandra en Málaga? Va a ser difícil encontrarla.
-Lo sé. Iré al ayuntamiento a preguntar mañana, no creo que
haya muchas Alejandra en Málaga con 14 años.
-Te acompañaré. Es un detalle precioso, te lo agradecerá
toda su vida.
-Es que si no lo hago parezco un egoísta, 20.000€ es lo que
gano con un concierto normal… con todos los que he dado no me va a faltar el
dinero por gastármelos. Cualquiera que tenga buen corazón lo haría.
Al día siguiente fuimos al ayuntamiento, a preguntar sobre
los empadronamientos. Con los datos que teníamos, encontramos a 20 Alejandra en
toda Málaga, como no era un nombre común. Había pocas. Y con la edad de 14 años
solo había una. Fuimos a su casa y tocamos al timbre. Abrió una mujer la
puerta, supongo que sería la madre de Alejandra. Se quedó impresionada cuando
vio a Pablo en la puerta.
-Buenas, ¿es usted la madre de Alejandra?
-Sí, ¿pero qué hacéis aquí? Mi hija no se lo va a creer, es
tú fan incondicional.
-Entonces hemos acertado con la casa-se rió Pablo-, ¿podemos
pasar? Quería decirles una cosa.
-Sí, sí, pasar…-Entramos y la mujer cerró la puerta.- Mi
hija no está, ha salido con su hermana a hacer un recado.
-No pasa nada, queríamos hablar contigo.-Apareció su marido.
-Pero si ¿tú eres Pablo Alborán no? ¿Qué haces aquí?-Le
estrechó la mano a Pablo.
-Quería hablar con vosotros sobre su hija. –Se quedaron
extrañados, y tomaron los dos asiento, nosotros nos sentamos también.
-Verás… su hija el otro día me vio, como bien sabéis, y me
dio una carta. Pues bien, en esa carta me ha contado lo que le pasa…
-Pablo…
-Por favor, dejarme terminar. Como os iba diciendo, me contó
lo que le pasaba, el cáncer que tiene, y que se lo puede curar en Estado
Unidos, pero como vale mucho vosotros no se lo podéis pagar. Por eso he decido
que se lo voy a pagar yo.-Los padres abrieron los ojos como platos.
-No Pablo, no podemos dejar que hagas esto.
-Lo voy a hacer, os voy a pagar la operación y el viaje.
Vosotros por desgracia no podéis, pero yo sí que puedo, por suerte de la vida,
yo estoy aquí ahora, viviendo en un sueño gracias a gente como vuestra hija, y
me sentiría muy mal si no aceptáis mi ayuda.-Sus padres empezaron a llorar, yo
solo me limitaba a mirar.
-No sabemos cómo te vamos a poder agradecer esto... te lo
pagaremos en cuanto podamos.
-Me lo vais a pagar llevando a vuestra hija a mis conciertos
cada vez que venga por aquí cerca para hacerla feliz, lo demás es caso
cerrado.-De repente entraron por la puerta Alejandra y su hermana. Alejandra no se
creía lo que estaba viendo..
-P.a.blo… ¿qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?
-Jajajaja, eso no importa ahora-La abrazó- Lo que importa
ahora es que vas a hacer tus maletas, por en unos días te vas para Estados
Unidos.
-¿¡Qué!? Pablo tu no…
-Sí, yo sí.-Alejandra empezó a llorar.
-Gracias, gracias, gracias… jamás te lo voy a poder
agradecer.
-Sí que puedes, yendo a mis conciertos cada vez que venga
por aquí y que disfrutes, porque gracias a vosotros es por el motivo que me
subo a un escenario.
-Bueno, pues mañana vengo otra vez y arreglamos todo. Solo
os pido una cosa, que intentéis llevar discreción.
-Por supuesto, y de nuevo, muchísimas gracias.-Le dijo la
madre de Alejandra y Pablo sonrió.
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¡Siento por haber estado más de una semana sin subir, de verdad! Solo quería comentar que a partir del siguiente capítulo van a empezar a pasar cosas más interesantes, ¡os lo aseguro! Gracias (: