A la mañana siguiente, como era Sábado, quedé con mi amiga
Laura, también venía su novio y su hijo. Su hijo era un encanto, no se estaba
quieto ni un momento, pero era un niño muy bueno. Les invité a pasar unos días
a Málaga, y me dijeron que en cuanto pudiesen que se venían unos días.
Más tarde me fui al campo de mi tío, habían hecho una comida
familiar, como yo venía poco aprovecharon y nos juntamos todos. Añoraba estos
momentos, hacía mucho que no disfrutaba de mi familia, de las típicas tonterías
que dice mi padre en la comida, de la típica familia que come a más no poder,
de las tardes de juegos de mesa y jugando al bingo, que como siempre, no me
llevo nada. Y como no, jugar a la petanca, que en mi pueblo se le dice jugar a
las bochas. Como hacía buena tarde me fui a andar por los alrededores a buscar
un poco de cobertura para poder llamar a Pablo, no había hablado con él en todo
el día. Cuando encontré lo llamé.
-¿Si?
-¡Amor! ¿Cómo estás?
-Pues aquí, disfrutando de la familia, te he llamado antes y
no daba señal, ¿Dónde estás?
-Estoy en el campo con mi familia también, y como que no hay
mucha cubertura, me he tenido que salir al camino para pillar un poco.
-Me gustaría estar ahí… me encanta tu familia, son súper
divertidos y simpáticos.
-Jajajaja… tampoco te
creas, el planazo que hemos hecho esta tarde ha sido jugar al bingo y a la
petanca.
-Jajajajaja, yo ahora mismo me voy a casa a ducharme, he
quedado con los amigos.
-Yo supongo que también saldré. Por cierto, mañana llego a
las 8 y media de la tarde a Málaga, si no se retrasa el tren.
-Pues allí estaré esperándote.
-Más te vale… que no se me manejar por Málaga del todo. Por
cierto, le he dicho a mi amiga Laura que vaya cuando pueda a Málaga con el niño
y Raúl. ¿Te parece bien verdad?
-¡Pues claro!
-Bueno te dejo, no te desmadres mucho esta noche, a ver si
te voy a tener que reñir mañana… jajajaja.
-Tranquila, sabes cómo soy, pero aplícate el cuento tu,
jajajaja.
-Puedes estar tranquilo.
-Te quiero
-Y yo… bueno te dejo, ¡chao!
-¡Adiós!-Colgó.
Entré en la casa de campo y me despedí de todos, no los iba
a ver más hasta dentro de un tiempo. Más tarde llegué a mi casa, me duché y me
arreglé, alisándome el pelo. Me vestí con un vestido negro que tenía, me puse
unas medías y unos tacones. Me pinté un poco y bajé al bar donde habíamos
quedado. Cenamos y luego nos fuimos a los bares que había de marcha. Entramos a
varios, yo solo me tome 2 cubatas, no me apetecía tomar más, y me fui pronto a
casa, a las 2, porque mañana me tenía que levantar a hacer la maleta y a dejar
todo listo para irme.
Me levanté a las 10, me vestí, desayuné, organicé la
habitación y me guardé toda la ropa en la maleta. Aproveché en ir al cementerio
y despedir a mi abuela, y también a toda la familia que tenía allí. Llegué a la
tumba de mi abuela, me llegaron muchos recuerdos, y alguna lágrima bajo por mi
mejilla. También fui a ver a mis otros dos abuelos, y a mi abuela, que murió 9
meses antes de que yo naciera, no llegó a saber que mi madre estaba embarazada
de mí. Por último, fui a visitar a mi primo, que había muerto con 28 años por
una enfermedad.
Comí a la 1:30 en mi casa, y mi madre me echó un bocadillo
por si tenía hambre en el tren. Estaba preparada, me tocó despedirme de mis
padres y mi hermano, como odio en estos momentos, ahora que muy pocas veces los
tengo cerca, no me quiero ir, pero es lo que toca. Subí al tren y me senté, al
lado tenía a una mujer con sus niños, que por desgracia, dieron la tarde en el
vagón, no paraban de llorar, pero bueno, yo me puse la música y me olvide de
todo. De repente sonó por los altavoces: Próxima
parada, estación de Málaga. Ya me tocaba, cogí las maletas y me puse en la
puerta, a esperar a que parase el tren. Cuando paró, se abrieron las puertas y
bajé. Mire hacia la izquierda y no estaba, pero al mirar a la derecha ahí
estaba él, con una sonrisa de oreja a oreja mirándome, yo sonreí en cuanto lo
vi y fui hacia él. Iba con la camiseta negra, pantalones y unas zapatillas, y
con la chaqueta puesta. Fui corriendo hacia él y me tiré a besarle. Nos besamos
con deseo, echábamos de menos los dos estos besos.
-Ai… cuanto te extrañaba…-Me dijo Pablo abrazándome.
-Y yo… necesitaba ya un beso y una caricia tuya.
-¿Qué te piensas que yo no? Estaba desesperado ya… si llegas
a tardar un día más me hubiera ido a buscarte, jajajaja.
-Exagerado… anda vamos que hace frío.
Nos subimos en el coche, como no había mucho tráfico, Pablo
le daba más velocidad al coche, le gustaba ir deprisa, pero a mí no.
-Pablo por favor… ves a velocidad normal, vale que te guste
correr con el coche, pero es que algún día va a pasar algo y no.
-Pero si no hay nadie en la carretera.
-¡Pablo! Baja la velocidad inmediatamente- Le dije con voz
de enfadada.
-Jo… vale…-Y bajó la velocidad.
-¿Es que no eres consciente que si te pillan, aparte de
ponerte una multa y quitarte puntos, puedes tener un accidente?
-Pero…
-No Pablo, ni peros ni nada. Tienes que ser más consciente
de que si vas a esa velocidad y tienes un accidente puede ser mortal. Entonces
qué, ¿me dejas a mi sola, a tu familia y a tus fans? No Pablo, prométeme que no
lo vas a hacer más, por mucho que te guste.
-Prometido. Pero ahora, ¿me dejas de reñir como mi madre?
-Sí, pero es que a veces eres un niño que no te das cuenta
de los peligros de las cosas.
-Vale mamá… a partir de mañana vuelvo a ser un nuevo Pablo.
¿Me perdonas?- Me puso cara de niño bueno.
-Como no te voy a perdonar- Le di un beso rápido porque iba
conduciendo.
Llegamos a casa, y parecía que todo estaba en órden.
-Vaya… parece que está todo en órden.
-¿Acaso lo dudabas? Eh... espera, que voy a arriba.-Subió
las escaleras corriendo yo las subí despacito para ver que estaba haciendo, y
como no, me lo supuse, estaba haciendo la cama.
-Ya me parecía raro que estuviera todo en órden… jajajajaja.
Déjala, si ahora mismo la vamos a deshacer otra vez.-Pablo se mordió el labio y
se acercó a mí, rodeándome con sus manos mi cintura y me empezó a besar.
-¿Y por qué no ya?- Me dijo Pablo con deseos.
-¿Tan necesitado estas? Jajajajaja.
-Ardo en deseos- Me susurró mientras me besaba el cuello
Acto seguido lo tiré en la cama, y en cuanto nos quisimos
dar cuenta, estábamos desnudos, rozando nuestra piel, con cada beso, con cada
caricia, con cada roce…
Más tarde me puse el pijama y deshice la maleta, había
traído un bizcocho que hace mi madre que le gusta tanto, que lo hizo para que
se lo trajese. Él mientras estaba haciendo la cena. Me acerqué con el bizcocho
a él.
-Cariño, mi madre se acordó de ti.- Él se quedó mirando el
bizcocho.
-ay por favor…. Que suegra que tengo, como me cuida,
jajajaja. Si hablas ahora con ella, pásamela que se lo voy a agradecer.
-Jajajaja, vale, pero una cosa te digo, no te la comas toda
que yo también quiero mi parte.
-Tranquila, no soy tan gordo, aunque no la dejes mucho
tiempo a mi vista.
-Jajajaja
Llamé a mi madre para decirle que estaba ya en casa otra
vez, me pregunto por el viaje y esas cosas. Luego le pasé a Pablo, para que le
agradeciese sobre el bizcocho, a parte que mi madre le preguntó que como iba y
todo. Nos pusimos a cenar, y luego, sentados en el sofá nos pusimos a comer el
bizcocho.
_________________________________
Siento por no haber subido antes, pero es que tengo a mi francesa en mi casa una semana, y no tengo mucho tiempo libre! Espero subir el otro capitulo lo antes que pueda. Gracias a todos y todas! (:
No hay comentarios:
Publicar un comentario