sábado, 9 de junio de 2012

31. Reencuentro.


1 año después.
Me dispongo a ducharme, ya que en una hora me tengo que dirigir a los premios 40 principales. Os preguntaréis que hago, pues bien, después de lo ocurrido, me dirigí a Madrid a buscar suerte, y me contrataron en un programa como reportera. Conocí a un chico llamado Jose, que es un amor y hace un mes empecé a salir con él. Es de Barcelona, así que solo nos vemos los fines de semana, pero los aprovechamos al máximo. Respecto a lo de Pablo… pues eso, desde que pasó aquello no he vuelto a hablar con él ni a hablar. He pasado unos meses llorando cada noche, sin ganas de hacer nada, mirando al móvil a cada instante esperando una llamada suya, pero no sirvió de nada, supongo que se habrá olvidado de mí, aunque yo le pedí a él que no me buscase. Creo que lo he superado, después de un año sin verlo creo que me he acostumbrado a sentir otras caricias que no fueran de él, pero eso lo comprobaré dentro de unas horas, ya que a este reportaje va él. Esto es una prueba que nos vuelve a poner el destino, el saber si sigo enamorado de ese chico malagueño que me robó el alma.
*Narrado por Pablo*
Ha pasado un año desde que no la veo, y hoy por fin la veré en los premios a los que voy, porque ella es reportera. Mi vida profesional ha ido muy bien. No he dejado que mi vida íntima influya en la profesional, porque mis fans no tienen la culpa de nada. La culpa ha sido solo mía, por aquel momento que tuve. Eso sí, mi vida sentimental ha sido una mierda. Noche tras noche pensando en el último instante en el que la vi,  arrepintiéndome cada segundo por aquel momento innombrable que tuve y sobre todo, teniendo el móvil en la mano cada instante. Me replanteé muchas veces llamarla, pero ella me pidió que no lo hiciese, y la respeté. No me he podido olvidar de ella, la sigo amando, sigo necesitando cada beso suyo y cada caricia, pero esto no sé si es lo mejor, porque ella tiene un novio ahora, ya que salió en una revista hace pocas semanas con él. Cuando vi eso, sentí que una parte de mi moría, pensar que sus besos y sus caricias pueden ir hacia otra persona que no sea yo me hierve la sangre. Ahora que nos vamos a reencontrar, voy a hacer todo lo posible para que me perdone y volvamos a estar juntos, para siempre.
*Narrado por María*
Acabo de llegar al sitio donde se celebran. Famoso tras famoso posando en el photocall y, aunque yo estuviese allí entrevistando a la gente, mi mente y mi mirada solo se centraba en buscarlo a él, pero por lo que veía aun no había llegado, aunque no tardaría en hacerlo, porque ahora empezaban a llegar todos de golpe. Me puse nerviosa al ver a un hombre bajar de un coche. La historia se volvía a repetir. Aquel hombre que me había robado toda mi alma se encontraba allí, más guapo que nunca, con esa sonrisa que siempre lleva presente. Mi corazón latía cada vez con más fuerza, y no podía evitarlo. Seguía enamorada completamente de él, por mucho tiempo que pasara sin verlo, no había podido olvidarlo. Siempre permanecerá en mi, aunque debo de evitarlo, mi vida ahora se centra en Jose, o al menos es lo que debo hacer, pero no sé si podré.
*Narrado por Pablo*
Llegué a los premios y me bajé del coche. Primero atendí a algunas fans, esas fans que siempre estaban donde yo iba. Luego saludé a algunos amigos, como Bustamante o Chenoa, que iban a estar allí esta noche. Seguidamente me fui al photocall para que me hiciesen fotos y también me entrevistasen. Entre foto y foto, mi mirada la buscaba a ella, hasta que la encontré. Allí, tan guapa como siempre, entrevistando a alguien. En cuanto tuviese un hueco libre, iba a ir a por ella, no iba a dejarla escapar otra vez.
*Narrado por María*
Mientras entrevistaba a alguien, lo miraba de reojo. No quería cruzármelo, así que no lo iba a entrevistar, ya que si lo hacía iba a ser peor para mí. Descansé unos minutos en un banco que había, tenía que organizar unas cosas del reportaje.
-¿A mí no me vas a entrevistar?-Me dijo la voz más tierna que existía y que hacía que me estremeciese cada  vez que me decía algo.
Yo estaba mirando unos papeles que tenía, pero al oír esa voz me puse rígida, y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Notaba su presencia a escasos centímetros de mí, ese aroma único que desprende él. No sabía que decir, así que opte por levantarme sin mirar e irme a seguir haciendo mi trabajo, aunque fue la peor opción. Al levantarme, Pablo me cogió la mano, y otra vez mis manos empezaron a sudar. Lo miré a la cara y él tenía esa sonrisa tan tierna y esa mirada tan bonita con la que siempre me miraba. Ahora sabía más que nunca que seguía estando enamorada de él.
-¿No me vas a decir nada?
-Pablo… no hagas esto más difícil de lo que es ya, por favor. Sabes perfectamente que no te iba a entrevistar.
-Lo sabía perfectamente, tranquila, te conozco muy bien.
-Yo a ti también pensaba que te conocía.-Dije fríamente.
-Y me conoces. Todo tiene una explicación, de verdad, déjame explicarme, por favor.
-No hace falta que me des explicaciones, lo hecho, hecho está. Ya no me importa tu vida.
-Si no te importase ahora mismo no te hubieras puesto tan nerviosa y no te hubiesen sudado las manos.-Había dado justo en el clavo.- Por favor, mañana a las 9 en mi casa.
-No vas a conseguir nada, pero está bien.
-Gracias, ahora me tengo que ir. Pero antes de irme,-Su mano acarició mi mejilla- quiero decirte que estás guapísima con ese vestido.-Me dijo sonriéndome y me guiñó un ojo mientras se iba.
Terminé de hacer el reportaje y me fui a casa. Al llegar me  tumbé en la cama, no tenía ganas de cenar.  Lo seguía queriendo, no me había olvidado de él. Y él también me sigue queriendo lo noté en él, y lo peor de todo es que va a hacer lo posible para que vuelva con él. Pero yo tengo las cosas claras, yo estoy con Jose, y lo quiero mucho, aunque son sentimientos distintos de los que tengo con Pablo. Con José todo es genial y es súper atento. Pero con Pablo es todo. Pablo es la energía de todos los días, las locuras, las tonterías, la ternura y sobre todo, la pasión.
-Buffff… que lío.-Me dije en voz alta.
Ahora solo faltaba que  llegasen las 9 de la mañana, para poder verlo otra vez. Sabía que esa visita a su casa no iba a ser la última en estos meses que estuviese aquí…

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