9. ¿te acuerdas de lo que me dijiste?

 Me fui corriendo a coger el coche y fui a la playa de aquella maravillosa noche y sí, ahí estaba él, sentado en la arena mirando al mar y con su guitarra al lado.  Me senté a su lado, vi que había llorado.

-Siento mucho esto…-No dijo nada- Es un malentendido, entre Antonio y yo no hay nada más que una amistad. He estado yendo a su casa para esto.-Cogí su guitarra.

En todo momento, él estaba con la mirada fija hacia el mar, como enfadado. Yo le cogí la guitarra, me acomodé y empecé a tocar ‘’solamente tú’’, al oír las primeras notas, Pablo se giró y se quedo mirándome. Yo seguía tocando y cantando, aunque mi voz no era de las mejores cantantes, tampoco cantaba muy mal. Pablo me miraba emocionado. Cuando terminó la canción, Pablo se puso a llorar de felicidad.

-Si tú no sabías tocar- Me dijo riéndose y llorando a la vez.

-Lo sé, por eso decidí darte una sorpresa, quería aprender a tocar la guitarra sin que tú te enteraras para luego tocar una canción de las tuyas, entonces le pedí a Antonio ayuda, por eso iba casi todas las tardes a su casa.

-Lo siento… de verdad. No pensaba que estabas aprendiendo a tocar la guitarra solo por mi-Me abrazó.

-Como te voy a dejar de querer, si eres tú el único hombre que me saca una sonrisa cada día, que me vuelve loca con tus sonrisas, que con cada beso que me das me haces temblar, eso solo lo consigues tú, porque eres al único hombre que voy a querer hasta el resto de mis días, porque eres tú, mi Pablo- Le cayó otra lagrima por su mejilla.

-No hay palabras para agradecerte esto que haces por mi…

Le fui a besar, extrañaba esos besos que me daba que les ponía tanto amor.

-Te quiero- Me susurró.

-Y yo a ti- seguimos besándonos, luego nos tumbamos abrazados y mirábamos al cielo.

*Flashback*

- Mira, ¿ves esa estrella que brilla tan fuerte? Pues esa será nuestra estrella, siempre que la veamos nos acodaremos de esta noche.- Al acordarme de eso me salió una sonrisa y me reí.

*Fin flashback*

-¿De qué te ríes?

-De esa estrella, ¿te acuerdas de lo que me dijiste?

-Si, como para olvidar esa noche, fue una de mis mejores noches junto a una niña muy fea.-Dijo riéndose.

-¿Ah sí? Qué casualidad, yo también tuve aquí una de mis mejores noches junto a un hombre que canta horriblemente mal y es demasiado feo, mmm… creo que se llamaba Pablo.

-Jajajajaja, que payasa eres.

-Vámonos a casa.-Le dije a Pablo.

-Mmm no, aquí se está muy bien.

-Pues me voy yo.

-Sabes perfectamente que si te vas sola vas a venir a buscarme.- Se rió.

-mmm… está bien.-Se me ocurrió una idea.

-Pues ahora bésame y no pares.- Le dije a Pablo.

-A sus órdenes.

Nos empezábamos a besar y cada vez íbamos a más, Pablo se empezaba a desnudar  pero yo le paré y le susurré.

-Si quieres terminar, vámonos a casa.- Me empecé a reír dirigiéndome al coche.

-Pero… ¿cómo me dejas así?- Me miró y se miró hacia abajo.

-Jajajajaja, pues date prisa, si hubieras querido ir a casa no te hubiera pasado.

-Eres muy muy mala. Vamos deprisa.

Llegamos a casa y nada más entrar Pablo me cogió en brazos y me llevo al sofá y me tiró.

-Ahora ya no te escapas.

Y me empezó a besar, nos quedamos desnudos y lo acabamos haciendo en el sofá, teníamos muchísimas ganas de este momento.

-Se nota que tenías ganas, jajajaja.

-No lo sabes tú bien-Y me susurró al oído- y aun tengo ganas.- Me dijo mirándome pícaramente.

-Pues vamos a terminarlo en la cama.-Le guiñé un ojo.

-sus deseos son órdenes.

Me cogió y me llevó a la cama y allí terminamos  de hacerlo, me encanta este momento, no para de darme besos por todo el cuerpo, es un momento único. Terminamos en la cama y yo me tumbé al lado de él, él me rodeaba con su brazo y yo con el brazo su pecho.

-¿Has aprendido a tocar algo más con la guitarra?- Me preguntó Pablo.

-Poca cosa, quiero aprender a tocar Volver a Empezar, pero no me sale eso que haces con la guitarra, lo veo muy difícil, jajajajaja.

-Eso es muy fácil ya verás cuando te lo enseñe Antonio.

-Ahora que ya sabes que estoy aprendiendo a tocar la guitarra, me gustaría que me enseñaras tú.

-Trato hecho, pero con una condición, yo te enseño a tocar la guitarra y tú me enseñas inglés.

-Jajajajaja, vale.

-Bueno y ahora a dormir, buenas noches-  Le besé.

-Buenas noches- Me pasó el brazo por el cuerpo y así nos quedamos durmiendo.