sábado, 26 de mayo de 2012

29. Miedo.


Al día siguiente nos levantamos y desayunamos, luego me puse a recoger un poco la casa, y mirando por los armarios me encontré una raqueta de pádel. En ese momento me acordé que a Pablo le gustaba. Yo jugaba de vez en cuando pero no era muy buena. Se me ocurrió proponerle que si íbamos a jugar al pádel.
-Cariño, ¿vas a hacer algo esta tarde?
-em… no, no tengo nada ¿por?
-He pensado que podríamos ir a jugar al pádel.
-¿Es que sabes jugar?
-Saber sé, el caso que no soy muy buena…
-Jajajaja, yo tampoco soy muy bueno.
-Termina la frase.
-Pero tampoco soy malo, soy del montón.
-Perfecto, ahora solo falta ir a comprarme una raqueta.
-Pues dame 5 minutos.-Se fue al aseo.
Después salimos por las calles de Madrid. Me encanta Madrid, pero a la vez no me gustaba de la tantísima gente que hay por las calles y el tráfico que  hay. Fuimos a una tienda de deportes que teníamos cerca y me compre la raqueta.
Llegó la tarde, nos fuimos a las pistas de pádel privadas que había por una zona de Madrid. Nos dieron pista y entramos.
-Bueno… antes de jugar, quiero ver cómo le das de fuerte a la pelota, porque yo siempre he jugado con mujeres, y yo he visto a hombres jugar y no podéis darle más fuerte a la pelota porque la reventáis.
-Jajajaja, intentaré darle suave, aunque en algún momento se me olvidará y le daré fuerte.
-Pues espero que esa pelota no me dé a mí, porque tiene que hacer poco daño-Dije con ironía.
-Bueno, bueno, ¿empezamos?
-Está bien.
Empezamos a jugar, a lo primero yo era mala jugando, porque hacía tiempo que no jugaba. Pero al poco tiempo ya empecé a darle a la pelota y esas cosas, conseguí meterle algún punto a Pablo, pero claro está, me ganaba él siempre. Sabía jugar bastante bien, porque sabía tirar la pelota en el punto justo para que yo no le diese. En fin, ganara o perdiese, nos lo pasamos increíblemente bien. Ver a Pablo jugando al pádel alegraba la vista, aunque ya lo tuviese demasiado visto.
-¿Qué tal te he parecido?
-Para pasar un rato divertido bien
-Ya, porque si quieres jugar de verdad te buscas a otro que tenga tu fuerza, porque madre mía, es imposible darle como tú.
-Exagerada, jajajaja.
-Sí, sí…-dije en torno de burla. Pablo se me quedó mirando riéndose.
-Anda, vámonos…-Me dijo cogiéndome por la cintura mientras andábamos.

Al día siguiente, nos levantamos temprano y llegamos a las 9:00 a casa de mi primo para dirigirnos a Segovia. Llegamos a Segovia, bueno, más concreto al sitio donde teníamos que subirnos para tirarnos en paracaídas una hora y media más tarde. Nos explicaron todo lo que teníamos que hacer. Cada uno se iba a tirar con un profesional, porque ninguno nos habíamos tirado antes por paracaídas. Nos pusimos todo los que nos teníamos que poner y nos subimos a la avioneta. Antes de subirnos Pablo twitteo en twitter: Familia puede ser el último tweet que escriba, me voy a tirar en paracaídas, me han engañado! Os quiero.
-Jajajaja, que bobo que eres.
-Lo sé, pero estoy bien, pero lo que me pregunto yo, ¿tú vas a estar bien? Porque sé que tienes vértigo a las alturas.
-Estaré bien, siempre he querido tirarme en paracaídas aunque tenga vértigo.
Subimos a la avioneta y empezamos a volar, a mí me había entrado ya el vértigo, así que no mire por las ventanas para no ponerme más nerviosa. Pablo estaba a mi lado en todo momento, intentándome calmar, y lo consiguió. Llegó la hora en la que teníamos que saltar. Primero mi primo, después la novia de mi primo, luego yo y por último Pablo. Llegaba mi turno.
-Madre mía, a ver para qué le dije que sí a mi primo…
-Venga, que no pasa nada.-Me dio un beso.
-A la de tres saltemos,¿ vale? –Me dijo el monitor.
-Vale.
-1,2,3 ¡salta!
-¡Ahhhhhhhhhh!-Dije mientras saltaba.
Era una sensación única, era un momento en el que tu cuerpo era adrenalina pura. Siempre había querido sentir esta experiencia. Se veía toda Segovia desde el cielo. Miré hacia arriba y vi que Pablo ya había saltado también y estaba por ahí. Mi primo estaba llegando casi al suelo ya. Estuvimos bastante tiempo en el aire, yo no quería que se acabase, era increíble este momento.
-Bueno prima, ¿Qué tal te ha parecido? ¿Te arrepientes?-Me dijo mi primo.
-Para nada. Quiero volver a hacerlo, es una experiencia increíble.-A los cinco minutos llegó Pablo.
-¿Qué tal te ha parecido?-Le dije.
-Buff que sensación, es flipante esto. Algún día tengo que volver a hacer esto.
-Pues cuando podamos lo hacemos otra vez todos, porque nos hemos quedado con ganas los 4, jajajaja.
La siguiente semana transcurrió bien. Pablo grabó una canción con Sergio Dalma, que la es alucinante, porque me la enseñó. También me presentó a Sergio, que yo amaba la voz de ese hombre. Es super simpático.  Pasaron las semanas, que se convirtieron en meses, llegó la navidad. La nochebuena la pasamos en Málaga con la familia de Pablo, todos geniales. La Nochevieja fue con mi familia, en el campo, son increíbles. Siempre está el típico primo que se empieza a reir en los cuartos de las uvas y te contagia esa risa y no te deja tomarte las uvas tranquilas, o el tío que empieza hacer estupideces. Mis Nocheviejas en el campo son una pasada. Para reyes nos fuimos Pablo y yo a Paris, queríamos estar solos. Fueron unos días muy íntimos y románticos. Creo que habían sido las mejores navidades de toda mi vida.
Todo había sido increíble hasta ahora. Habían pasado dos meses de aquello. Ahora Pablo estaba raro, no sé que le pasaba. Y es que en estas semanas había estado grabando con Vanesa Martín una canción. A mi esa mujer no me inspira confianza, pero no le he dicho nada a Pablo sobre ella. Y tengo miedo, porque presentía que algo muy grande iba a pasar que haría que cambiasen muchas cosas entre Pablo y yo...
___________________________
¡Espero que os hayan gustado estos dos capítulos! He subido dos para recompensaros, porque dije que el Jueves iba a subir y estamos a Sábado... pero en fin. Os quiero decir que ahora la novela va a dar un giro, porque algo va a estar por pasar, que no se sabe si será para mejor o para peor, pero espero que os guste! Intentaré subir lo antes que pueda, ¡gracias!

28. Nunca me abandones.


*Narrado por María*
Hoy me había levantado feliz, hacía tiempo que no dormía tan bien. Después de mi conversación con mi amiga volví a ser feliz, porque sabía que Pablo me seguía queriendo y que estaba haciendo todo lo posible por encontrarme. Hoy iría a sacar mi billete para irme de nuevo a Málaga junto a él. Estaba viendo la tele cuando me llegó un whatsapp. Se me aceleró el corazón al verlo. Era de Pablo y había escrito esto: Es precioso el rosal de tu tía. Me puse nerviosa, ¿cómo lo sabía? ¿Cómo sabía que mi tía tenía un rosal puesto? Me levante del sofá y me fui a asomar al balcón y mi corazón empezó a dar latidos sin control al volver a verlo. Ahí estaba, mirándome y sonriendo sin parar. En mi cara si dibujo una sonrisa de inmediato, y sin pensármelo dos veces abrí la puerta y bajé las escaleras del edificio, hasta abrir la puerta principal. Me quede unos segundos quieta, mirándonos sin parar de sonreír, hasta que empecé a correr a él y me tiré a sus brazos. Quedamos unidos con un necesitado abrazo.
-Cuanto necesitaba esto…-Me dijo Pablo.
-Yo también… pero lo que más necesitaba era esto-Me acerqué a su boca y lo besé. Nos besamos con ganas, un beso apasionado, como los que se dan en las películas.-Te quiero-Le seguí besando.
-Y yo princesa.-Nos abrazamos de nuevo
-Bueno, ahora la pregunta importante, ¿cómo sabías que estaba aquí?
-Digamos que cuando hablaste con tu amiga estaba yo delante.
-Menos mal que le dije que no te lo contara…
-¡Pero si nos ha hecho un favor enorme a los dos! O si lo prefieres, me voy.
-No, no. Tú ahora te quedas aquí, a mi lado.-Le dije acercándolo a mí.
-Lo sé, no puedes vivir sin mí…
-Termina la frase.
-… y yo sin ti.
-Así me gusta más-Lo besé de nuevo.
-Ahora tengo que hablar contigo de un tema, vámonos a algún sitio y sentémonos.
-Podemos subir al piso de mi tía, no hay nadie, han salido a dar una vuelta, así que van para rato.
-Vale.-Subimos a casa de su tía y nos sentamos en el sofá.
-Bueno, antes de nada, lo que vistes allí que me estaba besando con una fan sabes que no fue por mi santa voluntad, que fue ella la que se tiró a mí, y yo estuve lento de reflejos.
-Ya, ya… es que vas provocando, y esto tenía que pasar a algún día.
-En fin… mujeres. Y ahora a lo que voy, ¿por qué no me contaste  lo que te pasaba?
-¿Eh?-Me quedé extrañada.
-Sí, lo de que te agobiaban mucho los periodistas y estas cosas y que ya no podías más. Y también lo de que no te sientes útil.
-Mi madre…
-Sí y le doy las gracias porque me lo contara.
-Pues porque sé que si te lo hubiera dicho lo primero que se te hubiera pasado por tu cabeza loca es dejar la música y si haces eso no te perdonaría en la vida.
-A ver… sobre este tema lo único que puedo hacer es dejarla. Pero no la voy a dejar. Siento mucho que te molesten los periodistas y todo el mundo, pero es que esto es así, si pudiera deshacerme de todos lo haría, pero es que te salen en el momento que menos te esperas.
-Ya… si sé que no tienes la culpa, pero es que me agobian demasiado. Cuando ocurre algo vas por la calle y te ponen 10 micrófonos en tu cara que no puedes ni respirar.
-Lo mejor que puedes hacer es ignorarlos. Cuando ven que nunca contestas a preguntas se olvidan de ti y no te vuelven a preguntar, pero tú como eres así aun encima les contestas.
-Intentaré hacerlo… y bueno respecto a lo otro que me has dicho, es la verdad. Quiero llevar dinero a casa, pero si estoy a tu lado es imposible conseguir un trabajo. Quiero ser útil.
-Aunque no lleves dinero a casa tú eres útil, porque tú me das todo, mí día a día, y sobre todo, me das inspiración. Y mi carrera sin inspiración está acabada. Porque estos días por raro que parezca no he podido tocar la guitarra, hasta después de oír tu conversación con Laura.
-Visto de ese modo… jajajaja.
-Nunca me abandones.
-No va a pasar, tenlo asegurado.-De repente le sonó el móvil a Pablo.
-¡Dime Sergio!..¿El Lunes? Sí, sí, voy a estar en Madrid… Vale, ¡adiós!-Colgó- Sergio Dalma, que quiere hacer una canción conmigo, es que cené el otro día con él. Vamos a tener que estar aquí una semana, si quieres esta noche vienes a dormir a mi casa o te quedas aquí y mañana ya vienes, lo que quieras.
-Acércate…-Le dije a Pablo, entonces le susurré al oído- Esta noche soy toda tuya.
-Eso dalo por hecho.
De repente entraron mis tíos por la puerta y vieron a Pablo en el sofá, yo les expliqué todo. Le ofrecieron quedarse a comer y el aceptó encantado. Después llegó mi primo. Quedamos con él y su novia para irnos los 4 a cenar a algún sitio. Nunca habíamos tenido la oportunidad de estar los 4 a solas. En la cena estábamos hablando de cosas de todo tipo hasta que mi primo dijo algo que no me había acordado de decirle a Pablo:
-María, le has ¿contado a Pablo lo del sábado no? Si se quiere venir que se venga.
-Se me ha olvidado…
-¿Qué me estoy perdiendo?
-Pues que el sábado vamos a ir Segovia, para subir en una avioneta y tirarnos en paracaídas.
-Un día perfecto para hacer unos asuntos que tenía pendientes.
-Jajajajajaja, ¡vente anda! Todo tiene una primera vez.
-No sé…
-Cagao…-Dije por lo bajo y Pablo se me queda mirando.
-Venga va, el Sábado me voy también.
-¡Así me gusta! Con decisión.
La cena transcurrió bien, quedamos el sábado en un sitio a las 9 de la mañana para irnos a Segovia. Después llegamos a casa. Fui a la habitación a deshacer la maleta y a buscar el pijama para ponérmelo.
-¿Qué haces? Se acercó Pablo por detrás de mí, me rodeó con los brazos y me empezó a besar.
-Poniéndome el pijama.
-Te va a estorbar ahora mismo…
-Lo siento mucho, pero me ha venido la regla.
-No me jodas…
-Si… habrá que dejarlo para otro día. Pero eso sí, tus besos no me los quitan esta noche.
Le empecé a besar y el siguió el juego, seguidamente él me cogió y me tiró en la cama, pero él quedando debajo de mí. ¿Quién necesitaba algo más? Sus besos me bastaban para llevarme a un mundo diferente.

jueves, 17 de mayo de 2012

27. Instantes para volvernos a ver.


-¡Pablo! ¿Qué haces aquí?-Nos dimos dos besos.
-Pues intentando encontrar a mí otra vida.
-Pasa y me cuentas todo, de algo te podré ser útil.
-Creo que sí.-Pasé y le conté todo lo ocurrido.-Bueno, y si tú quieres, podrías llamarla y preguntarle donde está ahora mismo, porque vosotras os contáis todo, supongo.
-Claro… enseguida la llamo-Cogió el móvil y la llamó.
-¡Laura! ¿Qué tal estás?-Dijo María al descolgar el teléfono. Se me formo una sonrisa al instante en la cara.
-Pues muy bien, aquí viendo la tele un ratito, ¿y tú? ¿Qué es de tu vida?
-Pues acabo de llegar a Móstoles, a casa de mis tíos, voy a pasar aquí unos días.
-Pues me podrías dar tu dirección, porque casualmente voy a pasar unos días a Madrid y podría pasar a verte.
-¡Sí! ¡Qué ilusión! Toma, esta es la dirección-Y se la dio.
-Apuntada-Laura me guiñó un ojo.- Por cierto, ¿qué tal vas?-Puso el altavoz en alto Laura.
-Pues como puedo… lo echo de menos.-Al oír esto mis ojos se cristalizaron.
-¿Y porque no le llamas? Seguro que él quiere hablar contigo.
-No creo… ya no me llama. Antes me llamaba todos los días, pero ahora ya no lo hace, se habrá olvidado de mí.
-Te estás equivocando, ha estado aquí esta tarde. Se ha ido hace un rato.
-¿Ha ido a buscarme?
-Sí. Te está buscando por todos los sitios. Ayer estuvo en Málaga, hoy aquí y mañana no sabe a dónde irá.
-¿Le has dicho dónde estoy?
-No.
-Pobrecito… me muero de ganas de verlo, pero quiero pensar.
-¿No te parecen 5 días sola suficientes para haber pensado?
-Pues…
-Una pregunta. ¿Lo sigues queriendo?
-Como el  primer día.
-¡Entonces a que esperas!
-No sé…
-Escúchame, llámalo.
-Creo que voy a volver a Málaga dentro de 5 días, porque supongo que ya estará ahí, que se habrá cansado de buscarme.
-Me parece muy bien, y ahora te dejo que tengo un asunto pendiente.
-¡Vale! Adiós y gracias por preocuparte.
-De nada. Chaaao.-Colgó.
-¡Gracias, gracias, gracias, gracias!- Le dije a Laura mientras la abrazaba.
-Jajajaja, de nada.
-Mañana cojo el tren que salga más temprano hacia Madrid.
-Pues hay uno que sale a las 7 de la mañana.
-Pues voy corriendo a comprar un billete. ¿Vienes?
-Voy a ver si se ha despertado el peque y el mayor y te cuento.
-Jajajaja vale.
-Aun siguen durmiendo, así que vamos solos.-Salimos de casa.
-Y bueno, ¿tú a que te dedicas?
-Soy periodista. Trabajo en un periódico de Madrid poniendo noticias deportivas. Las mando por internet. Es un trabajo bueno, porque no hace falta salir de casa.
-Pues sí que es un buen trabajo. ¿Y Raúl?
-Raúl es un profesor de gimnasia de un instituto.
-¿Y es de aquí?
-No, él es de un pueblo de Barcelona. Nos conocimos en Madrid. Estuve estudiando allí y una amiga me lo presentó, y ahora mira. Vivimos aquí pero en cuanto podemos nos vamos a su pueblo.
-Pues entonces muy bien.
Llegamos a la estación y compré el billete. Después acompañé a Laura hasta su casa.
-Y bueno, ¿y tú que tal vas con el disco?
-Pues muy bien, ya lo estamos terminando de montar, en cuanto tenga una copia te lo mando y lo escuchas.
-Me encantaría.-Llegamos a su casa.
-Bueno, un placer charlar contigo, y de nuevo, muchísimas gracias.-La abracé.
-No hay de qué. Seguro que mañana en cuanto te vea va a ir corriendo hacia ti, la conozco muy bien, y más por lo que ha dicho esta tarde.
-Eso espero.
Por cierto, ¿sabes volver al hotel verdad?
-Sí, o al menos eso creo. Si me pierdo te aviso, jajajaja.
-Vale, jajajaja.
-Bueno, hasta que nos volvamos a ver, que espero que sea pronto.
-¡Sí! ¡Adiós!-Me despedí de ella.
Llegué al hotel y me fui a la habitación. Había recuperado mi alegría y mis ganas otra vez, porque ahora sabía lo que realmente le pasaba a ella. Sabía que me seguía queriendo como el primer día y yo a ella también. Solo faltaba que llegase la hora de reencontrarme con ella de nuevo. Me puse en el ordenador hasta que se hizo la hora de cenar. Después me puse a ver la tele y me acabé durmiendo.
Me desperté a las 6:00, me duché y me organicé lo poco que había sacado de la maleta. Llego la hora de montarme al tren. Tenía tantas ganas de llegar que el viaje se me hizo corto. Enseguida estaba en Madrid, otra vez, hace 5 días o así que estuve aquí. Fui a mi casa, deje todo y cogí un taxi para que me llevara a Móstoles, más concretamente a la calle donde estaba ella. Cuando me bajé del taxi recordé una foto que me había enseñado ella  de las veces que había estado aquí. Estaba en un balcón donde había un rosal. No tardé en encontrar ese balcón, había un rosal precioso. Le mandé un whatsapp, ahora solo quedaban instantes para volvernos a ver...

miércoles, 9 de mayo de 2012

26. Tarde o temprano nos volveríamos a ver de nuevo...


2 días después.
Aquí estoy, en Almansa, estoy en un hotel, en la habitación, dejando las cosas para ir a su casa. Ojalá y esté, pero no creo. Llegué a su casa y toqué. Me abrió su madre, que era un cielo.
-Hola-Me dio dos besos su madre.
-Buenas… ¿supongo que ya sabes estoy aquí verdad?
-Sí… no está aquí.
-Me lo supuse…  pero quería venir a hablar contigo, será un momento.
-Claro, pasa.-Nos sentamos en el sofá y le empecé a contar todo. Al terminar, sonrió con una sonrisa cálida.
-Me alegro escuchar esto, pero siento no poder decirte donde está. Mi hija me pidió que no te dijera nada si venías.
-Entiendo… pero por lo menos está bien supongo.
-Sí, estar está bien, pero necesita pensar.
-¿Pensar?-Me quedé extrañado.
-Sí, porque ella te quiere muchísimo, y sabe que lo que vio ella de que te estabas besando con una fan no fue por culpa tuya. Ella sabe perfectamente que tú la quieres.
-¿Entonces, porque huye de mí?
-Porque tiene miedo. Ella nunca te lo ha dicho, pero a mí sí. Está agobiada de tantas cámaras, y de que os persigan a todos los lados e inventen decenas de historias falsas. No le gusta nada que venga a su pueblo a estar con la familia y que le salga un hombre haciéndole fotos, ha perdido toda la intimidad. Y claro, cuando te vio besándote con otra fan pues no se lo pensó dos veces y huyó de este mundo. Y también dice que se siente inútil, porque eres el único que lleva dinero a casa, mientras ella no hace nada.  Quiere llevar dinero a casa, pero como siempre estas de un lado para otro no puede ponerse a trabajar en algún sitio, porque si no, no podría estar cerca de ti. Pero ella te sigue queriendo.
-¿Y por qué no me lo ha contado todo este tiempo?
-Porque sabe perfectamente que si te lo cuenta vas a querer dejar tu carrera, y no quiere que pase, por eso lo ha ido ocultando todo este tiempo. Y ahora está pensando en lo que hacer. Porque ella no quiere separarse de ti, pero tampoco quiere tener su vida controlada por personas.
-Tengo que encontrarla. Al menos, ¿me puedes decir si está en España? Es para descartar mundo y esas cosas.
-Jajajaja, sí, está en España, y también te digo que ahora mismo está en Madrid o en Barcelona. Hablé con ella hace dos días, y estaba en Barcelona pero me dijo que iba a viajar pronto a Madrid, así que no sé si estará ya en Madrid o aun en Barcelona.
-Muchas gracias-La abracé.
-A ti. ¿Por cierto, y tu maleta?
-En el hotel.
-¿Cómo que en el hotel? Si sabes que esta es tu casa.
-Jajajaja, muchísimas gracias de verdad, pero no quería ser molestia.
-¡Tú no eres ninguna molestia!
-Jajajaja.
-Bueno, ¿aceptarás quedarte a comer aquí verdad?
-Está bien.
Acepte a quedarme a comer. Sus padres son una gozada, me tratan increíblemente. Mientras comía se me ocurrió ir a visitar a su amiga Laura, tal vez encuentre su paradero. Por la tarde iría a verla.
-Bueno, ha sido un placer estar aquí con vosotros, espero volver a veros pronto.
-Nosotros también. Esperamos que la encuentres y  hagas lo que tengas que hacer.
-Sí….-Me despedí de ellos.
-¡Adiós familia! Y cerré la puerta.
Me fui a casa de Laura, su amiga. Toqué al timbre y me abrió. Tenía la seguridad que aquí iba a poder encontrar una respuesta de donde estaba ella, y tarde o temprano nos volveríamos a ver de nuevo...

miércoles, 2 de mayo de 2012

25. Me recorreré hasta el último rincón del mundo si es necesario.


*Narrado por Pablo*
Me fui al aeropuerto, pensé que quizás estaría ahí, pero vi que era demasiado tarde, estaban embarcando ya para el vuelo que salía hacia España. Mire por la gente que estaba esperando su turno, pero ni rastro de ella. Aproveché para sacar mi vuelo para mañana. Salía a las 15:00.
A la mañana siguiente me desperté. Bueno, mejor dicho, me levanté de la cama, no había dormido nada. Estaba pensando todo el rato en ella. Me hervía la sangre de pensar que le había destrozado el corazón a la persona que más quería. Me di una ducha y fui a hacer al entrevista que me quedaba, en cuanto terminó, me fui derecho al aeropuerto. Pasé por el control y me subí al avión.
Pasaron las horas y estaba en Madrid. Lo que me preguntaba ahora es que a donde había ido. ¿Málaga, Almansa? O algún otro sitio de España, o incluso fuera de España. Una lágrima descendió por mi mejilla. Fui a sacar otro vuelo para irme mañana a Málaga, empezaría por ahí.
Fui a la casa que tenía en Madrid y descansé un poco, no había dormido nada y el viaje se me había hecho muy pesado. Me metí en twitter, y vi que María había twitteado hace 1 hora. Había puesto: ‘’las personas a las que más quieres son las que más daño te hacen’’. Sabía que era por mí. Me destrozaba ver eso. Necesitaba saber donde estaba para decirle que todo fue un malentendido y que la sigo queriendo como el primer día. Puse yo este tweet: ‘’Me recorreré hasta el último rincón del mundo si es necesario’’. Al poner esto, la gente me empezó a preguntar, pero yo no contesté nada relacionado con este tema.  Cerré el twitter y me acosté un rato. Al despertarme no sabía qué hacer, llamé otra vez a María, pero otra vez  me salió su contestador, era inútil volverla a llamar, aunque siempre tenía la esperanza de que me lo cogiese. Cogí la guitarra y me puse a tocar, pero no me salía nada. La única canción que me salía tocar ahora mismo era ‘’Miedo’’. De repente me sonó el móvil, pensé que era ella, pero no, era Sergio Dalma.
-¿Sí?
-¡Pablo! ¿Qué tal todo?
-Pues ahora mismo mal.
-¿Y eso?
-Te tengo que contar… ¿no estarás en Madrid por casualidad?
-Sí, ¿es qué estas también aquí?
-Sí, pero me voy mañana. ¿Podemos quedar esta noche y te explico todo?
-Por su puesto. ¿En el restaurante de siempre?
-Sí, a las 10.
-Allí estaré, chao.
-Adiós.
Me llevaba muy bien con Sergio, bueno, en realidad se llama Josep, pero tengo costumbre de decirle Sergio. Me vendrá bien hablar con él, es un gran amigo, y ahora lo que necesito es eso.
Me duché, me vestí y fui a donde habíamos quedado. Llegué yo primero pero a los cinco minutos llego él.
-Amigo.-Nos abrazamos, nos sentamos y nos acomodamos.
-Bueno… ¿ahora me vas a contar todo verdad? ¿Supongo que si estás solo el asunto es por María verdad?
-No te equivocas.-Le conté todo lo que había pasado.
-Vaya…  ¿y no sabes dónde está ahora?
-No, voy a ir a Málaga mañana, aunque supongo que no estará ahí, luego iré a su pueblo.
-Conociendo a las mujeres lo más seguro que no esté en su pueblo. Estará en algún sitio en el que tenga familia o a algún amigo.
-¿tú crees?
-Sí…
-Pues buscaré donde haga falta. Gracias por escucharme, necesitaba a alguien.
-De nada, sabes que tienes un amigo aquí.
-Por cierto ¿para qué me llamaste? Porque tú solo me sueles llamar para cuando quieres algo.
-No te equivocas, te había llamado para decirte que si te gustaría colaborar en una canción que estoy componiendo. Creo que va a quedar bien con tu voz.
-¡Me encantaría! ¿Para cuándo hay que grabarla?
-Para dentro de una semana y algo, ya te avisaré.
La cena transcurrió bien, luego fuimos a un bar a tomarnos una copa. Hablamos de otros temas sin importancia. Después me fui a casa. Al entrar me vino a la mente ella. ¿Qué estaría haciendo? Y lo más importante, ¿Cómo estaría y dónde? Mi cabeza se llenó de preocupaciones. Pasé la noche como pude, durmiendo a ratos, pero la mayoría del tiempo estuve pensando.
A la mañana siguiente me fui a Barajas a coger el vuelo. Llegué enseguida a Málaga. Entré a casa y como supuse, no estaba allí. No había venido a Málaga, porque la casa estaba cerrada desde hace tiempo, se notaba. Fui a ver a mis padres, me vino bien hablar con ellos, estaría aquí hasta mañana, tenía que organizar unas cuantas cosas, pero en cuanto terminara iba a seguir buscándola por España, y si hacía falta, me recorrería todo el mundo, pero no la puedo perder.

24. Aléjate de mí.


*Cuatro semanas después*
Estamos en un avión de camino a Estados Unidos, más concreto, a California. Llamaron a Pablo diciéndole que si quería dar un concierto allí. Él no se lo pensó ni dos veces, aceptó encantado, quería hacer que la gente disfrutara de su música. Salieron las entradas y en un día se agotaron todas, nunca pensé que Pablo podría triunfar tanto por estos lugares.
-¿Cuántos días vamos a estar aquí?
-5 días, porque también tengo que dar algunas entrevistas y todo.
-Toda la vida queriendo descubrir mundo y ahora no paro de viajar.
-Los sueños se hacen realidad, tarde o temprano pero se hacen. Por cierto, se me había olvidado decirte que tú vas a ser mi traductora.
-Me parece muy bien.
-Empiezas mañana, que tenemos entrevistas, al día siguiente el concierto, al otro más entrevistas y los dos últimos para descansar y visitar esta ciudad.
-¿Me recompensaras no?-Le dije a Pablo con una sonrisa pícara.
-No hace falta que preguntes.
Aterrizamos, cogimos nuestras maletas y pedimos un taxi para que nos llevara al hotel. El hotel era increíble, y la habitación aun más.
-¿Te parece si vamos a comer algo al restaurante del hotel, después deshacemos las maletas, descansamos y luego vamos a ver un poco California?
-Me parece muy bien.-Le di un beso.
Bajamos al restaurante. La comida estaba riquísima. Después subimos, deshicimos las maletas, descansamos un poquito y fuimos a ver toda California acompañado de un guía que iba a acompañar a Pablo todos estos días. California era hermosa, había infinidad de cosas por ver que veríamos los siguientes días.
La mañana siguiente transcurrió normal, con varias entrevistas que le hicieron a Pablo, y como me dijo, yo le hacía de traductora en varias ocasiones. Por la tarde fuimos al teatro donde iba a actuar mañana a que ensayara un poco junto a Antonio y Porty. Cuando volvíamos al hotel, vimos que había varias niñas esperando a alguien. Cuando vieron a Pablo se acercaron a él, lo estaban esperando para que se hicieran una foto con ellas, él como siempre aceptó. De repente llegó una niña que hablaba español.
-¡Pablo! ¿te acuerdas de mí?-Era Alejandra, la niña que Pablo ayudó con su operación.
-¡Pero Alejandra!-La abrazó- ¿Qué tal todo? ¿Qué haces aquí?
-Pues nada que la operación salió bien y ya estoy curada, y como me enteré de que venías pues mis padres me dejaron venir a tu concierto. A sí que mañana nos veremos.
-Me alegro muchísimo de que hayas curado, y más de que vengas a verme mañana.
-Muchísimas gracias, sin ti ahora mismo no estaría aquí. Ahora me queda toda una vida por delante.-Pablo la volvió a abrazar y se hizo una foto con ella.
Terminó el día sin ninguna novedad. Mañana sería un gran día.
Al día siguiente hizo una entrevista en una radio, y por la tarde llegó el concierto.
-¿Voy bien así?-Se acababa de vestir, llevaba la camisa blanca con un pañuelo.
-Vas perfecto-Lo cogí de la camisa y lo aproximé hasta mis labios.
-Se me olvidaba una cosa. Para despedirme me he escrito una cosa en inglés, pero no sé si está bien, así que si me lo puedes corregir.-Me dio el papel.
-A ver, a ver…-Lo empecé a leer y estaba todo bien-
-Vaya, has mejorado en inglés, lo tienes todo bien. Pero ahora léemelo.
Vale.-Empezó a leérmelo.
-Esto va muy bien, la pronunciación no es perfecta pero te entenderán
-Se hace lo que se puede…
Empezó el concierto, la gente de pie aplaudiéndole y cuando empezó a cantar, la mayoría de las personas se sabían sus canciones. Que grande era, en estados unidos la gente ya se sabía sus canciones…
Terminó el concierto y se despidió emocionado. Luego tenía a las personas que habían ganado entradas vip esperándoles en su camerino. Yo estaba con él en el camerino, para que las fans pudieran decirle algo y él se enterara. Hubo un momento que me fui al aseo.
*Narrado por Pablo*
María se fue un momento al aseo y entró una fan, yo sabía lo justo de inglés. La fan esta era un poco rara, cada vez se acercaba más a mí y me dijo algo, como no lo entendía no le dije nada. Y de repente me besó. Yo me aparté en cuanto me di cuenta. Giré la cabeza y estaba María en la puerta.
*Narrado por María*
Al volver del aseo me encontré con la puerta cerrada del camerino, así que la abrí y me encontré una escena que hubiera preferido no verla. Pablo se estaba besando con una fan. En ese momento se me cayó el mundo encima. Estaba paralizada en la puerta, y Pablo me vio.
-María...-Pablo se acercaba a mí.
-¡Aléjate de mí!- Le dije llorando echándome hacia atrás hasta que me dispuse a correr. Me puse a correr por el pasillo, intentando encontrar la salida. Escuchaba los gritos de Pablo llamándome. Yo no le hacía caso, solo tenía la necesidad de llorar y correr, alejarme de todo esto.
*Narrado por Pablo*
Al ver esto, María se fue corriendo llorando, yo fui tras ella pero fue inútil. Mi vida se había destrozado en 3 segundos.
-Sorry- Me dijo la fan arrepentida.
-¡You are CRAZY!- Le dije a la fan.- Out the room, please.-Y ella salió.
Me senté en el sofá y las lágrimas empezaron a salir. ¿Qué había hecho? ¿Por qué no me despegué de la fan esa antes de tiempo? ¿Por qué tuve que dejarme? Porque ella tiene culpa, pero yo más por haberme dejado. Y lo peor de todo, María. Habrá pensado de todo malo sobre mí, pero es mentira. A la única persona que quiero es a ella, solo a ella.
-¡POR QUÉ!-Dije en voz alta, chillando descontrolado. Mañana por la mañana al terminar la entrevista me iré corriendo a España a buscarla, porque lo más seguro es que en cuanto llegue al hotel ella se habrá ido…

*Narrado por María*
No me podía quitar esa imagen de la cabeza. Llegué al hotel, metí toda la ropa en la maleta y me dispuse a ir al aeropuerto a coger el primer vuelo que salga hacia Madrid. Pablo ya me había llamado varias veces, pero le colgué. No le pensaba hablar. Pensareis que es un beso muy tonto, y si, tenéis toda la razón, no me voy por ver ese beso estúpido, sino por unos motivos que hacían que me agobiase por momentos, y no sabía si estaba preparada para eso. Llegué al aeropuerto y el primer vuelo que salía era dentro de 1 hora, así que me esperé en la cafetería del aeropuerto, intentado calmar mis lágrimas, aunque era difícil. Llegó el momento de pasar por el control del equipaje. Era mi turno. Cuando pasé a los lejos vi un rostro de un hombre buscando a alguien. Era Pablo. Era demasiado tarde para él. No me iba a encontrar por un tiempo…