*Narrado por Pablo*
Me fui al aeropuerto, pensé que quizás estaría ahí, pero vi
que era demasiado tarde, estaban embarcando ya para el vuelo que salía hacia
España. Mire por la gente que estaba esperando su turno, pero ni rastro de
ella. Aproveché para sacar mi vuelo para mañana. Salía a las 15:00.
A la mañana siguiente me desperté. Bueno, mejor dicho, me
levanté de la cama, no había dormido nada. Estaba pensando todo el rato en
ella. Me hervía la sangre de pensar que le había destrozado el corazón a la
persona que más quería. Me di una ducha y fui a hacer al entrevista que me
quedaba, en cuanto terminó, me fui derecho al aeropuerto. Pasé por el control y
me subí al avión.
Pasaron las horas y estaba en Madrid. Lo que me preguntaba
ahora es que a donde había ido. ¿Málaga, Almansa? O algún otro sitio de España,
o incluso fuera de España. Una lágrima descendió por mi mejilla. Fui a sacar
otro vuelo para irme mañana a Málaga, empezaría por ahí.
Fui a la casa que tenía en Madrid y descansé un poco, no
había dormido nada y el viaje se me había hecho muy pesado. Me metí en twitter,
y vi que María había twitteado hace 1 hora. Había puesto: ‘’las personas a las que más quieres son las
que más daño te hacen’’. Sabía que era por mí. Me destrozaba ver eso.
Necesitaba saber donde estaba para decirle que todo fue un malentendido y que
la sigo queriendo como el primer día. Puse yo este tweet: ‘’Me recorreré hasta el último rincón del mundo si es necesario’’. Al
poner esto, la gente me empezó a preguntar, pero yo no contesté nada
relacionado con este tema. Cerré el
twitter y me acosté un rato. Al despertarme no sabía qué hacer, llamé otra vez
a María, pero otra vez me salió su
contestador, era inútil volverla a llamar, aunque siempre tenía la esperanza de
que me lo cogiese. Cogí la guitarra y me puse a tocar, pero no me salía nada.
La única canción que me salía tocar ahora mismo era ‘’Miedo’’. De repente me
sonó el móvil, pensé que era ella, pero no, era Sergio Dalma.
-¿Sí?
-¡Pablo! ¿Qué tal todo?
-Pues ahora mismo mal.
-¿Y eso?
-Te tengo que contar… ¿no estarás en Madrid por casualidad?
-Sí, ¿es qué estas también aquí?
-Sí, pero me voy mañana. ¿Podemos quedar esta noche y te
explico todo?
-Por su puesto. ¿En el restaurante de siempre?
-Sí, a las 10.
-Allí estaré, chao.
-Adiós.
Me llevaba muy bien con Sergio, bueno, en realidad se llama
Josep, pero tengo costumbre de decirle Sergio. Me vendrá bien hablar con él, es
un gran amigo, y ahora lo que necesito es eso.
Me duché, me vestí y fui a donde habíamos quedado. Llegué yo
primero pero a los cinco minutos llego él.
-Amigo.-Nos abrazamos, nos sentamos y nos acomodamos.
-Bueno… ¿ahora me vas a contar todo verdad? ¿Supongo que si
estás solo el asunto es por María verdad?
-No te equivocas.-Le conté todo lo que había pasado.
-Vaya… ¿y no sabes
dónde está ahora?
-No, voy a ir a Málaga mañana, aunque supongo que no estará
ahí, luego iré a su pueblo.
-Conociendo a las mujeres lo más seguro que no esté en su
pueblo. Estará en algún sitio en el que tenga familia o a algún amigo.
-¿tú crees?
-Sí…
-Pues buscaré donde haga falta. Gracias por escucharme,
necesitaba a alguien.
-De nada, sabes que tienes un amigo aquí.
-Por cierto ¿para qué me llamaste? Porque tú solo me sueles
llamar para cuando quieres algo.
-No te equivocas, te había llamado para decirte que si te
gustaría colaborar en una canción que estoy componiendo. Creo que va a quedar
bien con tu voz.
-¡Me encantaría! ¿Para cuándo hay que grabarla?
-Para dentro de una semana y algo, ya te avisaré.
La cena transcurrió bien, luego fuimos a un bar a tomarnos
una copa. Hablamos de otros temas sin importancia. Después me fui a casa. Al
entrar me vino a la mente ella. ¿Qué estaría haciendo? Y lo más importante,
¿Cómo estaría y dónde? Mi cabeza se llenó de preocupaciones. Pasé la noche como
pude, durmiendo a ratos, pero la mayoría del tiempo estuve pensando.
A la mañana siguiente me fui a Barajas a coger el vuelo.
Llegué enseguida a Málaga. Entré a casa y como supuse, no estaba allí. No había
venido a Málaga, porque la casa estaba cerrada desde hace tiempo, se notaba.
Fui a ver a mis padres, me vino bien hablar con ellos, estaría aquí hasta
mañana, tenía que organizar unas cuantas cosas, pero en cuanto terminara iba a seguir buscándola por España, y si hacía falta, me recorrería todo el mundo, pero no la puedo perder.
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