sábado, 26 de mayo de 2012

28. Nunca me abandones.


*Narrado por María*
Hoy me había levantado feliz, hacía tiempo que no dormía tan bien. Después de mi conversación con mi amiga volví a ser feliz, porque sabía que Pablo me seguía queriendo y que estaba haciendo todo lo posible por encontrarme. Hoy iría a sacar mi billete para irme de nuevo a Málaga junto a él. Estaba viendo la tele cuando me llegó un whatsapp. Se me aceleró el corazón al verlo. Era de Pablo y había escrito esto: Es precioso el rosal de tu tía. Me puse nerviosa, ¿cómo lo sabía? ¿Cómo sabía que mi tía tenía un rosal puesto? Me levante del sofá y me fui a asomar al balcón y mi corazón empezó a dar latidos sin control al volver a verlo. Ahí estaba, mirándome y sonriendo sin parar. En mi cara si dibujo una sonrisa de inmediato, y sin pensármelo dos veces abrí la puerta y bajé las escaleras del edificio, hasta abrir la puerta principal. Me quede unos segundos quieta, mirándonos sin parar de sonreír, hasta que empecé a correr a él y me tiré a sus brazos. Quedamos unidos con un necesitado abrazo.
-Cuanto necesitaba esto…-Me dijo Pablo.
-Yo también… pero lo que más necesitaba era esto-Me acerqué a su boca y lo besé. Nos besamos con ganas, un beso apasionado, como los que se dan en las películas.-Te quiero-Le seguí besando.
-Y yo princesa.-Nos abrazamos de nuevo
-Bueno, ahora la pregunta importante, ¿cómo sabías que estaba aquí?
-Digamos que cuando hablaste con tu amiga estaba yo delante.
-Menos mal que le dije que no te lo contara…
-¡Pero si nos ha hecho un favor enorme a los dos! O si lo prefieres, me voy.
-No, no. Tú ahora te quedas aquí, a mi lado.-Le dije acercándolo a mí.
-Lo sé, no puedes vivir sin mí…
-Termina la frase.
-… y yo sin ti.
-Así me gusta más-Lo besé de nuevo.
-Ahora tengo que hablar contigo de un tema, vámonos a algún sitio y sentémonos.
-Podemos subir al piso de mi tía, no hay nadie, han salido a dar una vuelta, así que van para rato.
-Vale.-Subimos a casa de su tía y nos sentamos en el sofá.
-Bueno, antes de nada, lo que vistes allí que me estaba besando con una fan sabes que no fue por mi santa voluntad, que fue ella la que se tiró a mí, y yo estuve lento de reflejos.
-Ya, ya… es que vas provocando, y esto tenía que pasar a algún día.
-En fin… mujeres. Y ahora a lo que voy, ¿por qué no me contaste  lo que te pasaba?
-¿Eh?-Me quedé extrañada.
-Sí, lo de que te agobiaban mucho los periodistas y estas cosas y que ya no podías más. Y también lo de que no te sientes útil.
-Mi madre…
-Sí y le doy las gracias porque me lo contara.
-Pues porque sé que si te lo hubiera dicho lo primero que se te hubiera pasado por tu cabeza loca es dejar la música y si haces eso no te perdonaría en la vida.
-A ver… sobre este tema lo único que puedo hacer es dejarla. Pero no la voy a dejar. Siento mucho que te molesten los periodistas y todo el mundo, pero es que esto es así, si pudiera deshacerme de todos lo haría, pero es que te salen en el momento que menos te esperas.
-Ya… si sé que no tienes la culpa, pero es que me agobian demasiado. Cuando ocurre algo vas por la calle y te ponen 10 micrófonos en tu cara que no puedes ni respirar.
-Lo mejor que puedes hacer es ignorarlos. Cuando ven que nunca contestas a preguntas se olvidan de ti y no te vuelven a preguntar, pero tú como eres así aun encima les contestas.
-Intentaré hacerlo… y bueno respecto a lo otro que me has dicho, es la verdad. Quiero llevar dinero a casa, pero si estoy a tu lado es imposible conseguir un trabajo. Quiero ser útil.
-Aunque no lleves dinero a casa tú eres útil, porque tú me das todo, mí día a día, y sobre todo, me das inspiración. Y mi carrera sin inspiración está acabada. Porque estos días por raro que parezca no he podido tocar la guitarra, hasta después de oír tu conversación con Laura.
-Visto de ese modo… jajajaja.
-Nunca me abandones.
-No va a pasar, tenlo asegurado.-De repente le sonó el móvil a Pablo.
-¡Dime Sergio!..¿El Lunes? Sí, sí, voy a estar en Madrid… Vale, ¡adiós!-Colgó- Sergio Dalma, que quiere hacer una canción conmigo, es que cené el otro día con él. Vamos a tener que estar aquí una semana, si quieres esta noche vienes a dormir a mi casa o te quedas aquí y mañana ya vienes, lo que quieras.
-Acércate…-Le dije a Pablo, entonces le susurré al oído- Esta noche soy toda tuya.
-Eso dalo por hecho.
De repente entraron mis tíos por la puerta y vieron a Pablo en el sofá, yo les expliqué todo. Le ofrecieron quedarse a comer y el aceptó encantado. Después llegó mi primo. Quedamos con él y su novia para irnos los 4 a cenar a algún sitio. Nunca habíamos tenido la oportunidad de estar los 4 a solas. En la cena estábamos hablando de cosas de todo tipo hasta que mi primo dijo algo que no me había acordado de decirle a Pablo:
-María, le has ¿contado a Pablo lo del sábado no? Si se quiere venir que se venga.
-Se me ha olvidado…
-¿Qué me estoy perdiendo?
-Pues que el sábado vamos a ir Segovia, para subir en una avioneta y tirarnos en paracaídas.
-Un día perfecto para hacer unos asuntos que tenía pendientes.
-Jajajajajaja, ¡vente anda! Todo tiene una primera vez.
-No sé…
-Cagao…-Dije por lo bajo y Pablo se me queda mirando.
-Venga va, el Sábado me voy también.
-¡Así me gusta! Con decisión.
La cena transcurrió bien, quedamos el sábado en un sitio a las 9 de la mañana para irnos a Segovia. Después llegamos a casa. Fui a la habitación a deshacer la maleta y a buscar el pijama para ponérmelo.
-¿Qué haces? Se acercó Pablo por detrás de mí, me rodeó con los brazos y me empezó a besar.
-Poniéndome el pijama.
-Te va a estorbar ahora mismo…
-Lo siento mucho, pero me ha venido la regla.
-No me jodas…
-Si… habrá que dejarlo para otro día. Pero eso sí, tus besos no me los quitan esta noche.
Le empecé a besar y el siguió el juego, seguidamente él me cogió y me tiró en la cama, pero él quedando debajo de mí. ¿Quién necesitaba algo más? Sus besos me bastaban para llevarme a un mundo diferente.

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