Al día siguiente nos levantamos y desayunamos, luego me puse
a recoger un poco la casa, y mirando por los armarios me encontré una raqueta
de pádel. En ese momento me acordé que a Pablo le gustaba. Yo jugaba de vez en
cuando pero no era muy buena. Se me ocurrió proponerle que si íbamos a jugar al
pádel.
-Cariño, ¿vas a hacer algo esta tarde?
-em… no, no tengo nada ¿por?
-He pensado que podríamos ir a jugar al pádel.
-¿Es que sabes jugar?
-Saber sé, el caso que no soy muy buena…
-Jajajaja, yo tampoco soy muy bueno.
-Termina la frase.
-Pero tampoco soy malo, soy del montón.
-Perfecto, ahora solo falta ir a comprarme una raqueta.
-Pues dame 5 minutos.-Se fue al aseo.
Después salimos por las calles de Madrid. Me encanta Madrid,
pero a la vez no me gustaba de la tantísima gente que hay por las calles y el
tráfico que hay. Fuimos a una tienda de
deportes que teníamos cerca y me compre la raqueta.
Llegó la tarde, nos fuimos a las pistas de pádel privadas
que había por una zona de Madrid. Nos dieron pista y entramos.
-Bueno… antes de jugar, quiero ver cómo le das de fuerte a
la pelota, porque yo siempre he jugado con mujeres, y yo he visto a hombres
jugar y no podéis darle más fuerte a la pelota porque la reventáis.
-Jajajaja, intentaré darle suave, aunque en algún momento se
me olvidará y le daré fuerte.
-Pues espero que esa pelota no me dé a mí, porque tiene que
hacer poco daño-Dije con ironía.
-Bueno, bueno, ¿empezamos?
-Está bien.
Empezamos a jugar, a lo primero yo era mala jugando, porque
hacía tiempo que no jugaba. Pero al poco tiempo ya empecé a darle a la pelota y
esas cosas, conseguí meterle algún punto a Pablo, pero claro está, me ganaba él
siempre. Sabía jugar bastante bien, porque sabía tirar la pelota en el punto
justo para que yo no le diese. En fin, ganara o perdiese, nos lo pasamos
increíblemente bien. Ver a Pablo jugando al pádel alegraba la vista, aunque ya
lo tuviese demasiado visto.
-¿Qué tal te he parecido?
-Para pasar un rato divertido bien
-Ya, porque si quieres jugar de verdad te buscas a otro que
tenga tu fuerza, porque madre mía, es imposible darle como tú.
-Exagerada, jajajaja.
-Sí, sí…-dije en torno de burla. Pablo se me quedó mirando
riéndose.
-Anda, vámonos…-Me dijo cogiéndome por la cintura mientras
andábamos.
Al día siguiente, nos levantamos temprano y llegamos a las
9:00 a casa de mi primo para dirigirnos a Segovia. Llegamos a Segovia, bueno,
más concreto al sitio donde teníamos que subirnos para tirarnos en paracaídas
una hora y media más tarde. Nos explicaron todo lo que teníamos que hacer. Cada
uno se iba a tirar con un profesional, porque ninguno nos habíamos tirado antes
por paracaídas. Nos pusimos todo los que nos teníamos que poner y nos subimos a
la avioneta. Antes de subirnos Pablo twitteo en twitter: Familia puede ser el último tweet que escriba, me voy a tirar en
paracaídas, me han engañado! Os quiero.
-Jajajaja, que bobo que eres.
-Lo sé, pero estoy bien, pero lo que me pregunto yo, ¿tú vas
a estar bien? Porque sé que tienes vértigo a las alturas.
-Estaré bien, siempre he querido tirarme en paracaídas
aunque tenga vértigo.
Subimos a la avioneta y empezamos a volar, a mí me había
entrado ya el vértigo, así que no mire por las ventanas para no ponerme más
nerviosa. Pablo estaba a mi lado en todo momento, intentándome calmar, y lo
consiguió. Llegó la hora en la que teníamos que saltar. Primero mi primo,
después la novia de mi primo, luego yo y por último Pablo. Llegaba mi turno.
-Madre mía, a ver para qué le dije que sí a mi primo…
-Venga, que no pasa nada.-Me dio un beso.
-A la de tres saltemos,¿ vale? –Me dijo el monitor.
-Vale.
-1,2,3 ¡salta!
-¡Ahhhhhhhhhh!-Dije mientras saltaba.
Era una sensación única, era un momento en el que tu cuerpo
era adrenalina pura. Siempre había querido sentir esta experiencia. Se veía
toda Segovia desde el cielo. Miré hacia arriba y vi que Pablo ya había saltado
también y estaba por ahí. Mi primo estaba llegando casi al suelo ya. Estuvimos
bastante tiempo en el aire, yo no quería que se acabase, era increíble este
momento.
-Bueno prima, ¿Qué tal te ha parecido? ¿Te arrepientes?-Me
dijo mi primo.
-Para nada. Quiero volver a hacerlo, es una experiencia
increíble.-A los cinco minutos llegó Pablo.
-¿Qué tal te ha parecido?-Le dije.
-Buff que sensación, es flipante esto. Algún día tengo que
volver a hacer esto.
-Pues cuando podamos lo hacemos otra vez todos, porque nos
hemos quedado con ganas los 4, jajajaja.
La siguiente semana transcurrió bien. Pablo grabó una
canción con Sergio Dalma, que la es alucinante, porque me la enseñó. También me
presentó a Sergio, que yo amaba la voz de ese hombre. Es super simpático. Pasaron las semanas, que se convirtieron en
meses, llegó la navidad. La nochebuena la pasamos en Málaga con la familia de
Pablo, todos geniales. La Nochevieja fue con mi familia, en el campo, son
increíbles. Siempre está el típico primo que se empieza a reir en los cuartos
de las uvas y te contagia esa risa y no te deja tomarte las uvas tranquilas, o
el tío que empieza hacer estupideces. Mis Nocheviejas en el campo son una pasada.
Para reyes nos fuimos Pablo y yo a Paris, queríamos estar solos. Fueron unos
días muy íntimos y románticos. Creo que habían sido las mejores navidades de
toda mi vida.
Todo había sido increíble hasta ahora. Habían pasado dos
meses de aquello. Ahora Pablo estaba raro, no sé que le pasaba. Y es que en
estas semanas había estado grabando con Vanesa Martín una canción. A mi esa
mujer no me inspira confianza, pero no le he dicho nada a Pablo sobre ella. Y tengo miedo, porque presentía que algo muy grande iba a pasar que haría que cambiasen muchas cosas entre Pablo y yo...
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¡Espero que os hayan gustado estos dos capítulos! He subido dos para recompensaros, porque dije que el Jueves iba a subir y estamos a Sábado... pero en fin. Os quiero decir que ahora la novela va a dar un giro, porque algo va a estar por pasar, que no se sabe si será para mejor o para peor, pero espero que os guste! Intentaré subir lo antes que pueda, ¡gracias!
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